Murió Rafael Navarro, investigador mexicano que colaboró con la NASA en estudios sobre Marte

Fallece el doctor Rafael Navarro González, investigador de la UNAM y asesor de la NASA
Foto: Conacyt

El científico mexicano Rafael Navarro González, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y asesor de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos, falleció este jueves.

La noticia la dio a conocer el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en un tuit, resaltando que el doctor Navarro González fue “uno de los más destacados científicos mexicanos” e “hizo notables aportaciones a la ciencia por sus descubrimientos sobre el planeta Marte”.  

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La labor del científico mexicano en la NASA estaba enfocada en la búsqueda de vida pasada o presente en Marte. Participó como coinvestigador en la misión Mars Science Laboratory, conocida como “Curiosity”, así como en un instrumento para el amartizaje de la misión ExoMars de la Agencia Espacial Europea.

Navarro González estudió la licenciatura en Biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM, y cursó el doctorado en Química en la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, en donde también llevó a cabo una estancia postdoctoral con especialidad en Química, con el profesor Cyril Andrew Ponnamperuma como asesor.

Además, era investigador titular de tiempo completo en el Instituto de Ciencas Nucleares de la UNAM e integrante del Sistema Nacional de Investigadores

En 1994, fundó el Laboratorio de Química de Plasmas y Estudios Planetarios dentro del Instituto de Ciencas Nucleares, el único en ese género en toda Latinoamérica.

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La Gaceta UNAM apunta que el doctor Navarro González fue “uno de los científicos más destacados en la disciplina de astrobiología a nivel internacional” y destacó que contribuyó en la búsqueda de otros ejemplos de vida en el universo, que representaría “el avance más importante de la humanidad”.

El científico fue reconocido con la Medalla Alexander von Humboldt por la Unión de Geociencias de Europa, la beca sabática Mario Molina en Ciencias Ambientales en 1997, y el premio de la Academia Mundial de Ciencias en Ciencias de la Tierra en 2009.

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