Foto: Embajada de Estados Unidos en Beirut
El vocero de la embajada de Estados Unidos en Líbano, Jake Nelson, informó que este miércoles se reportaron disparos cerca del recinto diplomático, pero descartó víctimas.
“A las 22:37 hora local, se informó de disparos de armas cortas en las proximidades de la entrada de la embajada de Estados Unidos. No hubo heridos y nuestras instalaciones están a salvo. Estamos en constante contacto con las autoridades policiales del país anfitrión”, señaló Nelson.
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La embajada estadounidense cuenta con altos niveles de seguridad y se encuentra al norte de Beirut, en la ciudad de Awkar. Los incidentes de seguridad a su alrededor son poco comunes.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran a un grupo de personas que portan palo y lanzan piedras contra las instalaciones del recinto, además sostienen algunas cartulinas.
La embajada se trasladó a esta zona desde otra parte de Beirut tras un ataque suicida en 1983 que mató a más de 60 personas.
De acuerdo con un documento de la embajada de Estados Unidos, el 18 de abril de 1983 se utilizó un coche bomba conducido por un terrorista suicida contra sus instalaciones en Beirut.
Cabe señalar que a finales de julio de este año, la embajada de Estados Unidos en Haití informó que su personal diplomático fue confinado en el recinto debido a los intensos tiroteos registrados en la sede, ubicada en Puerto Príncipe.
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La embajada pidió en ese entonces a sus ciudadanos evitar la zona y abstenerse de estar en grupos grandes de personas. Además, llamó a no conducir a través de los bloqueos de las carreteras y dirigirse a un área segura.
Un día antes, decenas de personas fueron dispersadas por la Policía Nacional Haitiana (PNH), después de que se posaran ante la embajada de Estados Unidos buscando seguridad tras huir de sus casas en el barrio capitalino de Tabarre a causa de la violencia de las bandas armadas.
“Nos vemos obligados a abandonar nuestras casas por culpa de los bandidos. Vinimos a refugiarnos frente a la embajada. Nos lanzaron gases lacrimógenos para disolvernos”, declaró a EFE Sonia, de 37 años, que se encontraba en el lugar con sus tres hijos.
La utilización de gases lacrimógenos creó una situación de tensión en el entorno de la legación, con los congregados corriendo en todas direcciones.
Reuters y EFE
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