La clavadista mexicana Gabriela Agúndez terminó su participación en los Juegos Olímpicos con un saldo de una medalla de bronce y un cuarto lugar, en las pruebas de plataforma de 10 metros sincronizados e individual, respectivamente.
La madrugada de este jueves, Gaby acarició la segunda presea para México en Tokio 2020 al quedar apenas por 13 puntos por debajo de la australiana Melissa Wu, quien fue tercera. Sin embargo, en el balance de su primera justa veraniega, Agúndez se mostró satisfecha y ya con miras a París 2024.
“Fue una competencia bastante reñida, pero estoy muy contenta con mi participación en mis primeros Juegos Olímpicos, me voy con un bronce en sincronizados y un cuarto lugar en Individual que me sabe muy bien porque di todo de mí.
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“En mis primeros Juegos ya me di cuenta que me gustó estar en el podio y seguiré trabajando para estar ahí otra vez. Habrá mucho más de Gaby Agúndez“, dijo la bajacaliforniana en entrevista para Claro Sports.
En un ejercicio de autocrítica, Gaby consideró que en su primer salto pudo alcanzar una mejor calificación que le hubiera permitido apretar más la lucha por el bronce.
“Lo importante era no perder la concentración. En mi caso creo que pude haber empezado mejor, apretar un poquito más mi primer clavado y son cosas que aprenderé con el paso del tiempo”, añadió.
ALE COMPITIÓ LESIONADA
Por su parte Alejandra Orozco, quien terminó en sexto lugar en la Final individual de plataforma de 10 metros, además del bronce que obtuvo acompañada de Gaby Agúndez, señaló que compitió lesionada, pero se va contenta de sus terceros Juegos Olímpicos.
“Competí con un esguince en la mano, pero gracias a los doctores que hicieron un gran trabajo para que pudiera ejecutar mis saltos de manos. Yo estoy feliz, se me olvida el dolor porque pude hacer lo que por cinco años he entrenado sobre la plataforma, me voy satisfecha y tranquila.
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“Me quité la espina de Río 2016 llegando a la Final. Sabía que era una prueba muy reñida para estar en los primeros lugares, pero las mexicanas tenemos con qué. Sé que fallé un clavado, pero me dio tremenda emoción ver a Gaby peleando hasta el final y en lo personal me voy con una medalla que tal vez aún no dimensiono.
“Fue un proceso muy difícil, diferente respecto a Río. Hubo momento en que quise tirar la toalla, pero hubo gente a mi lado que no me dejó, que me dijo que sí podía estar aquí. Me hicieron ver que era capaz en lo físico y lo mental, por eso lo valoro todo y recordaré estos Juegos con mucho cariño”, dijo para Claro Sports.
