El “aboganster” desarmado

El "aboganster" desarmado
Foto: Shutterstock

Por Enrique Pons Franco

Esta semana en redes sociales, los abogados, sólo por un momento, dejamos de “ser los malos de la película” y pudimos generar entra la sociedad un suspiro de ternura. En una época en la que está tan mal vista la profesión de abogado o “aboganster” (como nos llama Eugenio Ramírez en su obra así titulada), leer la sentencia de Israel Flores, un juez de Distrito en Puebla, se demuestra el verdadero sentido del derecho y de cierta manera nos recuerda a aquellos que de jóvenes soñamos con dedicarnos a esta profesión, las razones de nuestra decisión.

El texto en forma de carta, le explica a una menor de edad que padece de leucemia, la sentencia del amparo para que no le hicieran falta los medicamentos que necesita, y así continuar con su tratamiento. Además, le asegura que estará al pendiente de la atención que reciba en el hospital y que en caso de alguna duda que pueda tener ella o su mamá, no duden en preguntarle. Este esfuerzo del Poder Judicial para acercar más la justicia a todas las personas, conjuga con el de la jueza Sonia Hernández Orozco, del Sexto de Distrito en Aguascalientes, donde le otorga el amparo a una niña con cáncer con el sentido que el hospital donde lleva su tratamiento continúe con el mismo.

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En esa sentencia podemos leer frases como “Déjame platicarte, que uno de los muchos derechos con los que cuentas es recibir las medicinas”, “quiero decirte que como pequeñita que eres, las autoridades tenemos que respetar tus derechos”. Le explica también los efectos de la siguiente forma: “al darme cuenta que tu papá tiene razón al decir que las autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social, han puesto en riesgo tu salud, dicté una sentencia en la que se les ordena que vigilen que en la farmacia del hospital al que acudes, se tengan las medicinas que necesitas y que te den todas facilidades para que puedas seguir con tu tratamiento”.

Es claro que estos fallos buscan que se garantice el derecho a la salud de los menores, cuestión que de inicio es trascendental, pero resulta igual de interesante la forma en la que se esta presentado las sentencias, ya que por medio de ellas, se garantiza también el acceso a la justicia para grupos a los que normalmente la ley olvida. La plena comprensión de los derechos y obligaciones garantiza certeza a los destinatarios de las normas sobre qué les es prohibido y permitido hacer y exigir. Por otro lado, un lenguaje claro fortalece la difusión y la mejor comprensión de los derechos humanos.

Lo anterior resulta en que, hoy dos pequeñas cuenten con los tratamientos que necesitan para seguir viviendo y que, además, no están solas en su batalla. Existe un Estado completo, que no sólo esta obligado a velar por su salud, sino que cuenta con medios de defensa para hacer valer estos derechos.

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Como es claro, el objetivo de este tipo de instrumentos es la democratización del derecho, destruir esta idea de los abogados y tribunales lejanos, y algunas veces ausentes de la realidad de la sociedad; y que la justicia sea cercana, palpable, y comprensible. Al final, a las personas no les interesa saber cuÁl es el último criterio sustentado por la Corte o en que tratado internacional están protegidos y garantizados sus derechos. les importa que su familiar tenga medicinas y entender que no están solos y los esfuerzos de los órganos jurisdiccionales en México para acercarse a la sociedad por medio de las sentencias de fácil lectura, puede ser que renueven un poco la confianza de todos aquellos que hemos sentido que el sistema jurídico mexicano nos ha fallado. Nos corresponde a todos los abogados, desarmar al “abogagnster”.

Mientras tanto, estoy a tus ordenes en Twitter como @enrique_pons y en Instagram como enriqueponsfranco. Nuevamente, gracias por leerme.

PD. Quiero agradecer al joven abogado Miguel Alberto Romero Posada su valiosa participación en este artículo.

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