Por Enrique Pons Franco
La llegada de la Covid-19 en el 2020 nos agarró con los dedos en la puerta a todos. Nunca pensamos que en tan poco tiempo veríamos tantos cambios en nuestras vidas. Casi todos estos cambios tuvieron que pasar por la aduana del Congreso para poderse materializar con total seguridad y certeza jurídica. Se realizaron reformas a la Ley Federal del Trabajo, y se reguló el home office, lo cual, sin la presencia de la pandemia, seguramente hubiera tardado un par de años más en ser una realidad. También, en el Poder Judicial, se aceleraron las formas y procesos tecnológicos para llevar audiencias vía remota. Pero hay muchas otras modificaciones legislativas que, de la mano de la tecnología legal, están a punto de aterrizar en esta nueva normalidad. Hoy te quiero hablar, de los “pagarés electrónicos” y de cómo esto, cambiará la forma en la que vivimos el comercio en nuestro país.
A finales de abril del 2021 se aprobó un dictamen, en el Senado de la República, que trae consigo modificaciones a la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, al Código Federal de Procedimientos Civiles, al Código de Comercio, y a la Ley de Instituciones de Crédito. El objeto de las modificaciones realizadas por el Senado incluye que los pagarés puedan ser emitidos por cualquier persona física o moral, mediante el uso de su firma electrónica. Esa firma que ya casi todos hemos tramitado ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y que pensamos que solamente sirve para hacer trámites fiscales.
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¿Ahora podrás suscribir obligaciones usando tu firma electrónica (FIEL)? La respuesta es sí. Por lo que la práctica de entregar a terceros los archivos electrónicos que contienen la FIEL deberá parar, toda vez que podrían suscribirse pagarés a nombre de la persona que menos te imagines, y tendrá plenos efectos jurídicos que no podrás desconocer. Es decir, te puedes meter en el lío de tu vida, y en consecuencia, con una deuda de proporciones épicas por el sólo hecho de no cuidar bien tu FIEL.
Pero se pone mejor. El pagaré podrá también ser endosado de forma electrónica, lo cual supone una gran ventaja para su cobro, permitiendo además establecer una “fecha cierta”, de la que pueda determinarse, tanto su fecha de emisión, como la fecha en la que puede prescribir la acción para cobrarlo. Otra ventaja que supone poder emitir pagarés electrónicos es que ayudará a disminuir la práctica de entregar documentos en blanco que, en muchas ocasiones, son rellenados por el acreedor para incrementar el monto de las deudas.
Con la llegada de los pagarés electrónicos, tanto el obligado principal, como aquellas personas que vayan a fungir como avales, podrán comparecer mediante el uso de su FIEL. Ello garantizará que no pueda oponerse la clásica excepción de “falsedad de firmas” al momento de tratar de ejecutar el cobro del pagaré y agilizará la tramitación de los juicios ejecutivos.
En resumen, la generación, aceptación, suscripción, transmisión por endoso, recepción y entrega de los pagarés, será posible por medios electrónicos y se podrá prescindir de presentar materialmente el documento, bastando únicamente efectuar el requerimiento de pago cuando llegue su vencimiento.
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Lo único que falta para que los pagarés electrónicos sean una realidad, es que los diputados federales que entrarán en septiembre de este año a ejercer el cargo, aprueben el dictamen que ya aprobó el Senado y que les envío para que lo “ratifiquen”. Claro, después de eso, deberá ser promulgado por el Ejecutivo Federal y publicado en el Diario Oficial de la Federación. Pero te anticipo, está a nada de suceder eso.
Si tienes dudas sobre este interesante tema, existen consultoras, como Docufy que desde hoy se especializan en este tipo de modelos de tecnología legal y que seguramente pueden asesorarte para anticipar y aprovechar la llegada de estos nuevos modelos jurídicos en beneficio de tu empresa u organización. Mientras eso llega, en mi cuenta de Twitter @enrique_pons estará disponible el link para que puedas leer todo el dictamen que aprobó el Senado.
