Por Enrique Pons Franco
Si eres uno de los 2 mil millones de usuarios de WhatsApp esto te interesa. La compañía anunció a principios del 2021, una actualización de sus políticas de uso, que han generado controversia. Según la empresa, las nuevas reglas entrarían en vigor el 8 de febrero, pero durante la semana trascendió que la medida se habría pospuesto hasta el mes de mayo. Esto derivado de la caída de usuarios que registró tras el anuncio. Seguramente te diste cuenta de la cantidad de tus contactos que de inmediato migraron a otras aplicaciones, como Telegram.
Con ese antecedente, hoy te quiero contar cómo nos podrían afectar en nuestros derechos a la intimidad y a la protección de datos personales, los criterios que estableció la plataforma digital.
En principio, al seguir usando WhatsApp, lo habilitaríamos para que comparta datos con plataformas como Facebook o terceros, y hasta para almacenar los mismos. Además, si eres de los que no tienes cuenta de Facebook, la compañía y sus subsidiarias podrán almacenar información de tus cuentas, números telefónicos, mensajes, y hasta de tus transacciones.
En el apartado denominado “Información que recopilamos”, se establece que WhatsApp podrá recabar información adicional para proporcionar funcionalidades opcionales, sin precisar cuáles son esas funciones y qué tipo de datos serán requeridos mencionando que cuando sea el caso, informaran al usuario respecto de qué datos y para qué finalidades se utilizará dicha nueva información.
También establecen en sus políticas, que en caso que la empresa entre en un proceso de fusión, adquisición, reestructuración, quiebra o venta, parcial o total, nuestros datos pasarían a formar parte de los nuevos propietarios, socios, o aliados.
Cosas que también llaman mi atención es que las nuevas políticas de WhatsApp establecen que “almacenarán nuestra información durante el tiempo que sea necesario” sin señalar en cada caso una temporalidad. Vamos, que la pueden tener durante días, meses o años. No sabemos a ciencia cierta.
¿Almacenarán nuestros mensajes? Según WhatsApp, “durante la prestación ordinaria” no conservarían los mensajes, sino que se almacenan en el teléfono, pero también nos dicen que “no se guardan generalmente en sus servidores”. Entonces, sí podrían quedar guardados de forma excepcional. También podrían guardar en sus servidores, hasta por 30 días mensajes no entregados y también los mensajes reenviados.
De igual forma, las nuevas reglas de uso de la plataforma permiten que recopilen información de nuestra libreta de contactos, actividad de cómo interactuamos con otros, el tiempo, la frecuencia y la duración de las actividades e interacciones, archivos de registro, así como registros e informes de diagnóstico, error, sitio web y rendimiento.
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Pero no para allí, también permitiríamos que se recopile información sobre llamadas, estados, grupos (incluidos el nombre, la foto y la descripción), las opciones de empresa o pagos, la foto del perfil, información sobre nosotros mismos, al grado que permitiremos que la compañía almacene, recopile y use información de nuestra ubicación.
Más allá del problema sobre protección de nuestros datos personales que generan las nuevas políticas de WhatsApp, encuentro también bastante complejo (más no imposible) que podamos lograr que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) logre la debida aplicación y observancia de la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, a menos que en el Congreso de la Unión se realicen ajustes y reformas. Por cierto, aquí puedes leerla.
Para terminar y aprovechando la fiebre por darnos de alta en otras plataformas, te invito a que te suscribas a mi canal Enrique Pons, en Telegram, en donde cada domingo estaré compartiendo contigo, entre otra información de interés, mis columnas en Latinus. También te espero en Twitter como @enrique_pons y en Facebook como Enrique Pons Franco.
