Reuters.- El presidente Donald Trump dijo que nombraría “muy pronto” a un sucesor de la jueza progresista Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema de Estados Unidos, un paso que inclinaría al tribunal aún más a la derecha.
“Nos pusieron en esta posición de poder e importancia para tomar decisiones por las personas que tan orgullosamente nos eligieron, la más importante de las cuales ha sido considerada por mucho tiempo como la selección de los jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos“, dijo Trump en Twitter. “¡Tenemos esta obligación, sin demora!”.
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La jueza progresista murió el viernes por la noche, a los 87 años de edad, po complicaciones de un cáncer pancreático metastásico, después de 27 años en la Corte.
Su muerte le da a Donald Trump la oportunidad de expandir la mayoría conservadora de la corte a 6-3 en un momento de gran división política en Estados Unidos.
En 2016, el entonces presidente Barack Obama presentó como candidato a la Corte Suprema a Merrick Garland, tras la muerte del juez conservador Antonin Scalia, quien murió 10 meses antes de la elección. Sin embargo, el Senado republicano se negó a resolver sobre la candidatura.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, había dicho en 2016 que no se debería resolver sobre un candidato a la Corte durante un año de elecciones, una postura que ha revertido desde entonces.
Luego de la muerte de Ruth Bader Ginsburg, los demócratas tienen pocas posibilidades de bloquear la elección de Trump. Los republicanos controlan 53 de los 100 escaños del Senado y McConnell, que ha hecho de la confirmación de los candidatos a jueces de Trump una prioridad máxima, dijo que la cámara votaría sobre cualquier propuesta de Trump.
El propio Obama pidió el sábado a los republicanos del Senado que honren lo que él llamó un principio “inventado” de 2016.
“Un principio básico de la ley -y de la justicia cotidiana- es que aplicamos las reglas con coherencia, y no basadas en lo que es conveniente o ventajoso en el momento”, dijo Obama en una declaración publicada en internet.
“El estado de derecho, la legitimidad de nuestros tribunales, el funcionamiento fundamental de nuestra democracia, todo depende de ese principio básico”, añadió.
