Por Claudio Ochoa Huerta
Este viernes, la Corte Suprema de Estados Unidos anunció la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg, una de sus integrantes más queridas y respetadas, quien padecía cáncer.
RBG, como era llamada, se convirtió en la segunda mujer designada en el cargo, tras ser nominada por el presidente Bill Clinton, en 1993.
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De tendencia liberal, Ruth Bader Ginsburg comenzó a ser reconocida en su lucha por la equidad de género, derechos reproductivos y civiles. Con el paso del tiempo, la jueza se convirtió en un ícono de la cultura pop, protagonista de memes, películas, documentales y hasta diseño de tatuajes.
“Siempre fue un jueza que se caracterizó por su famosa frase “I dissent” (Yo disiento), explica a Latinus Arturo Castellanos, doctor en Ciencia Jurídica por la Universidad de Cornell, quien define a Ruth Bader Ginbsburg como el personaje que enfrentaba con argumentos a la opinión mayoritaria de la Corte. “Ella era quien escribía esas opiniones disidentes, que son casi tan importantes como las opiniones de la mayoría en la corte y que en un futuro pueden inspirar una sentencia”.
Su muerte, a 46 días de las elecciones en Estados Unidos abona al tenso clima político porque el presidente Donald Trump podría llenar su lugar con un nuevo perfil de corte conservador y fundamental para las decisiones jurídicas del país en el máximo tribunal.
Paulina Lucio Maymon, maestra en Administración Pública y candidata al Juris Doctor en American University explica para Latinus: “Sería el tercer juez que designe el presidente Trump y la Corte Suprema quedaría constituida 6 a 3 por una mayoría conservadora contra una minoría liberal”.
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Designar a un integrante de la Corte Suprema en Estados Unidos es la joya de la corona para un presidente, una especie de superpoder, siempre y cuando el Senado lo apruebe por mayoría simple, algo con lo que en este momento cuentan los republicanos.
“Es el comité judicial del Senado el que tiene la facultad de hacer tantas entrevistas y preguntas como quiera al candidato y a testigos en cuanto a la capacidad jurídica y personal de quien es nominado por el presidente” añade Castellanos.
Sin embargo, ahí podría aparecer una táctica llamada filibusterismo, utilizada para retrasar o impedir los acuerdos, bajo cualquier oportunidad política. En estos momentos, el Congreso de Estados Unidos enfrenta división como pocas veces se ha visto antes por temas de presupuesto, recursos de apoyo por coronavirus, los preparativos de la elección y ahora la encomienda de votar por el reemplazo de RBG.
“Si Trump resulta electo, va a llenar la vacante, la silla no quedará vacía durante cuatro años, eventualmente habrá un candidato que el Senado tendrá que ratificar”, explica Paulina Lucio, ante el manejo de los tiempos políticos en Estados Unidos.
La muerte de Ruth Bader Ginsburg hizo que tanto el presidente Donald Trump como el candidato demócrata Joe Biden regresaran a escena este viernes por la noche.
“Podrías estar de acuerdo con ella o no, pero era una mujer increíble”, dijo el presidente Donald Trump al terminar uno de sus actos de campaña en Minnesota.
Joe Biden la catalogó como una voz honorable, ejemplo de libertades y derechos civiles para Estados Unidos. Biden consideró que la población de Estados Unidos es la que debe decidir al presidente y a su vez el presidente electo nomine a un candidato sustituto. También catalogó como inapropiadas las declaraciones del líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnel, quien esta misma noche anunció que sin importar lo que suceda el 3 de noviembre, votarán al perfil nominado por el presidente Donald Trump.
