La política de "abrazos, no balazos", la falta de avances en los casos de corrupción y las pretensiones para enjuiciar a expresidentes del país son parte una búsqueda de justicia "curiosamente selectiva" que realiza el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló la editorial del diario Financial Times publicada este miércoles.
Un par de ejemplos de esta justicia “curiosamente selectiva" en el gobierno de López Obrador son la falta de transparencia en el caso de Emilio Lozoya, acusado de lavado de dinero, cohecho y fraude, y la consulta popular que se realizó el domingo pasado, la cual promovió el mismo presidente pero no votó.
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"La búsqueda de justicia de López Obrador parece curiosamente selectiva. A pesar de haber logrado la extradición a Emilio Lozoya, exjefe de la petrolera estatal Pemex, desde España hace un año por cargos de corrupción en un escándalo que involucró a Enrique Peña Nieto, Lozoya aún no ha comparecido ante el tribunal y no se ha iniciado ningún proceso judicial contra Peña Nieto", indica el Financial Times.
Otro de los casos que citó el diario es el trato que ha dado el presidente a narcotraficantes y sus familias. Criticó que la estrategia “abrazos, no balazos” ha sido más que metafórica luego de liberar al hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán tras haberlo capturado.
“Se reunió y estrechó la mano de la madre de ‘El Chapo‘ Guzmán y se disculpó públicamente por usar el apodo del narcotraficante“, señaló la editorial.
Este medio también acusó que la afición de López Obrador por poner en escena el enjuiciamiento a expresidentes "oculta un preocupante desprecio por las instituciones y el estado de derecho".
En la editorial, el Financial Times menciona que la consulta popular apenas fue un “chorro de agua” cuando lo que el presidente buscaba crear “fuegos artificiales revolucionarios” con una participación masiva. Sin embargo, apenas 7.11% de los votantes elegibles acudió a las urnas.
Sin embargo, añadió el medio, López Obrador consideró este ejercicio democrático como un éxito únicamente porque la mayoría de sus simpatizantes participaron en ella.
“López Obrador usó el referéndum para movilizar a sus partidarios y recordarles que está persiguiendo a los enemigos de su autodenominada “cuarta transformación” de México, un cambio de época que inmodestamente equipara con la revolución mexicana de 1910 o la independencia de España”, se lee en la editorial.