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AMLO se va y terminan sus "mañaneras", el foro que le dio proyección a su retórica populista
Sábado 28 de Septiembre de 2024
FIN DE SEXENIO

AMLO se va y terminan sus "mañaneras", el foro que le dio proyección a su retórica populista

El presidente aprovechó el espacio para atacar a jueces, criticar a oponentes en campañas electorales y cargar contra periodistas, sin embargo, sus simpatizantes consideran que las conferencias les "abrieron los ojos"

Créditos: Cuartoscuro
Escrito en MÉXICO el

AP.- Cada día a las 7:00 de la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador se sube al estrado en el Palacio Nacional, vestido con un elegante traje y corbata, y se dirige a una sala de adormilados periodistas y personalidades de redes sociales. “¡Buenos días, ánimo!", dice el mandatario, de 70 años, con voz grave.

Y empieza el espectáculo.

Durante sus casi seis años de mandato, las conferencias de prensa matutinas de López Obrador le han proporcionado una poderosa herramienta: una línea directa con su base política, emitida en vivo por las televisoras oficiales y locales, y por todas las plataformas de internet.

Sin pausas para ir al baño o beber agua, el presidente habla desde su estrado a veces durante más de tres horas, a menudo con largas reflexiones o diatribas incoherentes, todo con un lenguaje sencillo que cualquiera que lo sintonice puede entender.

Antes de que deje la presidencia el lunes, las sesiones informativas diarias, amadas por muchos simpatizantes y criticadas por sus rivales por estar llenas de falsedades y ataques personales, se han convertido en un emblema de su particular populismo campechano, que lo ha convertido en una de las fuerzas políticas con más poder de las últimas décadas en México. Es un modelo que su sucesora y protegida, la presidenta electa Claudia Sheinbaum, difícilmente podrá emular.

“La discusión nacional ha girado alrededor de él", dijo Daniela Lemus, profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México que investiga comunicación política y ha escrito sobre las conferencias de prensa. “Él es el protagonista de la 'mañanera'… Y lo que hace es que se convierte en el contenido principal de los medios en la mañana y en la tarde".

La retórica de su llegada al poder

Cuando López Obrador ganó la presidencia por una abrumadora mayoría en 2018, se presentó como un luchador en favor de los pobres, de los mexicanos de clase obrera y del campo que habían sido olvidados durante muchos años por la élite política.

Empezó a ofrecer sus conferencias matutinas poco después de asumir el cargo en diciembre, y ha seguido haciéndolo todos los días laborables casi sin excepciones.

Son populares entre su base. Una pareja de ancianos en la Ciudad de México, por ejemplo, las sintonizan religiosamente en un pequeño televisor encajado entre bolsas de semillas y frutos secos en su puesto en un mercado de alimentación.

En otra zona, un vendedor de revistas la graba para verla por la noche después del trabajo y otro seguidor de López Obrador la sigue por redes sociales mientras busca empleo.

“Las 'mañaneras' nos abrieron los ojos. Nos muestran todo lo que ha hecho el señor López Obrador. Hemos entendido muchas cosas, y entender bien, porque los medios de comunicación, puras mentiras, muchos nos han engañado. Ahora que tenemos las mañaneras, todo ha cambiado para mí”, señaló Jesús Hernández Alarcón, un vendedor de elotes asados de 79 años.

Un espectáculo similar a un matinal

López Obrador suele aprovechar ese espacio para ofrecer actualizaciones sobre proyectos clave o responder a las preguntas de una serie de reporteros y personas influyentes en las redes sociales en su mayoría afines al gobierno, algunos de los cuales han construido una plataforma con base en su participación en las ruedas de prensa, como es el caso de Carlos Pozos Soto, un excéntrico defensor de AMLO con una característica pajarita, más conocido como Lord Molécula.

Con el paso del tiempo, las comparecencias han mutado en algo similar a un programa televisivo matinal, en el que López Obrador invita a mariachis por el Día de la Madre, ofrece largas lecciones de historia mexicana y presenta secciones recurrentes como “Quién es quién en las mentiras de la semana”, en la que funcionarios gubernamentales atacan a medios críticos.

“Esta es una labor pedagógica, para estar concientizado, para que (los medios tradicionales) no manipulen”, dijo López Obrador una mañana de agosto. “Se informa más a la gente y se tienen muchas ventajas, por ejemplo, el que se puedan tratar todos los temas, que no haya censura”.

La disposición de López Obrador a enfrentarse públicamente a reporteros ha tenido aún más impacto porque su predecesor, Enrique Peña Nieto, casi nunca aceptó preguntas en sus seis años en el poder.

Pero aunque el presidente dice que las conferencias son un bastión de transparencia en una nación plagada por la corrupción, los críticos sostienen que las utiliza para hablar mal de opositores y reporteros, difundir información falsa y controlar de forma rígida la narrativa política.

Pretexto para hablar de sus temas preferidos

A menudo, en lugar de responder una pregunta de forma directa, la utiliza para hablar de alguno de sus temas preferidos. Suele eludir sistemáticamente las referidas a la violencia obra de los cárteles de la droga, o se centra en atacar a sus rivales por haber iniciado la guerra contra el narcotráfico.

López Obrador ha atacado a jueces, criticado a oponentes en campañas electorales y cargado contra periodistas locales y extranjeros.

En febrero, luego de que una reportera del New York Times le pidió un comentario para un artículo de investigación sobre los lazos entre su gobierno y los cárteles, el presidente hizo público su número de celular durante la comparecencia matutina.

Y el mes pasado, cuando una periodista independiente mexicana dijo que había sido acosada por una turba de seguidores y obligada a abandonar un evento que estaba cubriendo, López Obrador respondió con una mezcla de desprecio y desinterés.

“Yo estoy en riesgo por esta razón, ahora cualquiera me ataca en la calle”, dijo Reyna Ramírez al mandatario. “Usted polarizó a la sociedad ¿Qué puede usted hacer ahora?”

“¿No te parece que ya?", le respondió.

Hostilidad contra los medios

Los defensores de la libertad de prensa han expresado su preocupación por su hostilidad hacia los medios críticos en el lugar más peligroso del mundo para los reporteros, fuera de los países en guerra.

Al menos 138 periodistas han sido asesinados en México en los últimos 20 años, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), y muchos más han desaparecido o han sido amenazados, agredidos, torturados u obligados a huir de sus casas.

El discurso del presidente creó “una narrativa de nosotros contra ellos, de que los periodistas son los enemigos de este proyecto políticos, los opositores del pueblo... reduciendo la urgencia de proteger la libertad de prensa”, indicó Jan-Albert Hootsen, representante del CPJ en México.

Por otra parte, un reporte elaborado en 2021 por la consultora política SPIN determinó que López Obrador vertió más de 56 mil afirmaciones falsas o engañosas en sus conferencias matutinas en un periodo de dos años y medio. Entre ellas, la afirmación de que los cárteles “respetan a los ciudadanos” y sólo se enfrentan entre ellos.

“El hecho que el presidente salga a un escenario y hable de algo no significa que esté siendo sincero. Si miente todo el tiempo y no hay consecuencias, entonces no estamos hablando de transparencia”, señaló Hootsen.

Impacto más allá de la conferencia matutina

En la era de las redes sociales, videos y audios de las conferencias matutinas suelen hacerse virales en internet, ampliado aún más la audiencia del mandatario.

“No es lo que ocurre en su conferencia de prensa matutina en sí, sino lo que ocurre después”, dijo Kevin Zapata, profesor de política social y pública en la Universidad de Nottingham que ha estudiado las comparecencias. “Un clip de 30 segundos puede ser más poderoso que dos horas en la televisión”.

Para quienes no tengan mucho tiempo para investigar las afirmaciones de López Obrador y desconfíen profundamente de los medios mexicanos, la narrativa gubernamental es la que acaba imponiéndose.

Preguntados por la información falsa y los ataques a reporteros, sus seguidores suelen repetir las líneas de ataque del presidente, afirmando, por ejemplo, que esas críticas proceden de una oposición corrupta y que el mandatario está defendiendo la soberanía mexicana.

La popularidad de López Obrador impulsó a su partido, Morena, a importantes victorias en las elecciones de junio. El partido logró la mayoría calificada en el Congreso, y los legisladores aprobaron recientemente una reforma constitucional que, según críticos y observadores, podría llenar los tribunales de jueces afines al partido.

Caludia Sheinbaum dijo que quiere continuar con las conferencias de prensa matutinas. Pero muchos están de acuerdo en que carece del carisma natural que ha permitido que sean tan efectivas para su predecesor.

“Es algo que ha funcionado para AMLO porque es una figura muy singular y muy carismática. Pero ahora la democracia en México se está convirtiendo en un concurso de popularidad. Muchos tratarán de emularlo, esto es seguro. Pero no todos podrán”, apuntó Zapata.