Hoy, Arturo Sarukhán analiza en su videocolumna la añeja tradición de invitar a jefes de Estado a las tomas de posesión de los presidentes, la que considera como una práctica obsoleta que añade presión a los nuevos mandatarios y cancillerías que deben gestionar reuniones bilaterales sin valor real para el evento.
El análisis surge de las recientes tensiones diplomáticas entre México y España por la negativa del nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum a invitar al rey de España a la toma de posesión. Este hecho es considerado por el analista como un gesto de confrontación innecesaria, especialmente en un contexto en el que España juega un papel clave para México en la Unión Europea.
Finalmente, Sarukhán advierte sobre el impacto que estas decisiones tendrán en la relación bilateral y en la imagen de México en el extranjero, en donde la falta de interacción de López Obrador con líderes mundiales ha aislado a México, dejándolo sin el apoyo de socios estratégicos.