Entre el 2012 y el 2022, en México se han registrado al menos 68 homicidios de líderes religiosos, lo que convierte al país en el lugar más peligroso del mundo para ser sacerdote, de acuerdo a un editorial de opinión del diario estadounidense The Hill.
Según el diario estadounidense, el asesinato de sacerdotes se convirtió en un problema en México, ya que durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se han documentado al menos nueve homicidios de religiosos, el último fue el de Javier García Villafaña, el pasado 23 de mayo en una carretera de Michoacán.
Puedes leer: Iglesia católica condena ataques contra sacerdotes en el país y llama a construir la paz
También apuntó que el número de homicidios de líderes religiosos en México durante los últimos 15 años es mayor que el de Nigeria, país africano es conocido por los ataques violentos contra los sacerdotes.
De acuerdo a The Hill, en dicho periodo de 10 años, 34 homicidios han sido contra líderes católicos y otros 34 contra evangélicos.
Dicho medio también indicó que este aumento en los ataques contra los sacerdotes se debe a la falta del Estado de derecho en algunas regiones de México, donde los cárteles del narcotráfico han incrementado su poderío.
La Fiscalía General de Michoacán no descartó que el crimen organizado estuviera relacionado en el asesinato del sacerdote Javier García Villafaña.
Te puede interesar: El crimen organizado podría estar vinculado con el homicidio del sacerdote Javier García: fiscal de Michoacán
Tras el hecho, el fiscal Adrián López Solís afirmó que el caso podría ser aclarado en breve de acuerdo con la línea de investigación que se sigue, de la cual no ofreció más detalles.
"Estamos consolidando una línea de investigación cuyas características les pido la comprensión para podérmelas reservar", declaró a los medios de comunicación.
La Iglesia católica condenó la violencia contra los sacerdotes en México e hizo un llamado a participar en la construcción de la paz para frenar este tipo de situaciones.
"El crimen organizado sigue cobrando vidas de ministros ordenados y de muchas otras personas", lamentó.
Sin embargo, destacó que no sólo el crimen organizado es el responsable de la violencia que se vive actualmente, pues "el tejido social, cuyo elemento principal es la familia, ha sido debilitado, diluyendo así la transmisión de los valores universales, entre ellos el respeto a la vida".