Baristas de la Ciudad de México protestaron la tarde de este jueves en el Monumento a la Revolución para exigir al gobierno capitalino que les permita la reapertura de sus locales después de permanecer 10 meses cerrados.

La protesta “Vasos Vacíos” se realizó en la explanada del Monumento a la Revolución en la alcaldía Cuauhtémoc, en donde se reunieron integrantes de la Asociación Mexicana de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos, quienes desde la semana pasada exigieron a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, les permita abrir con horarios restringidos.

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"Estamos en una evolución de la vida nocturna, una nueva realidad y de entrada estamos dispuestos a poder aceptar y adaptarnos a esa nueva realidad de manera paulatina; ir abriendo con pocos aforos, ir abriendo quizá con horarios más limitados y después ir avanzando", expresó Helking Aguilar Cárdenas, presidente de Asociación Mexicana de Bares Discotecas y Centros Nocturnos al encabezar el mitin.

Helking Aguilar aseguró que la demanda no es por un tema de negocio, sino un llamado para ayudar a que los negocios que aún sobreviven puedan continuar generando empleos, para que los baristas puedan seguir trabajando por tiempos y generando ingresos para sus casas y familias.

Durante el mitin en la explanada del Monumento a la Revolución, los baristas colocaron una veladora y un vaso vacío por cada lugar que ha cerrado en el país, por cada empleo perdido y por solidaridad hacia todo aquel que ha perdido un amigo o familiar por la Covid-19. También fueron colocados moños blancos que, señalaron los manifestantes, son la esperanza para que pronto podamos trabajar y salvar las fuentes de empleo.

“¡Llevamos 10 meses sin trabajar! Necesitamos una mesa de diálogo con el gobierno para poder tener certeza de cuándo regresaremos a trabajar”, publicó la asociación en su página de Facebook.

A través de las redes sociales, algunos baristas que participaron en la protestas denunciaron que su situación es “crítica” y que están “al borde de la quiebra y de la pérdida de empleos”, por lo que exigen el permiso de abrir con horarios restringidos, de lo contrario tendrán “cierres y quiebras”.

La jefa de Gobierno dijo en días pasados que habrá apercibimientos y sanciones para aquellos que abran por encima de la prohibición del semáforo rojo. Además, aseguró que "todos estamos con el mismo objetivo, que finalmente es que se pueda abrir lo más pronto posible y que encontremos un equilibrio entre la protección a la salud y la protección de los empleos".