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Vicepresidente de El Salvador admite errores en la estrategia contra las pandillas: "No hay ninguna obra humana perfecta"
Viernes 15 de Noviembre de 2024

Vicepresidente de El Salvador admite errores en la estrategia contra las pandillas: "No hay ninguna obra humana perfecta"

Foto: AP
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AP.- El gobierno de El Salvador ha "cometido errores" en su guerra contra las pandillas, pero nunca ha socavado la democracia del país para consolidarse en el poder, admitió este martes el vicepresidente Félix Ulloa, quien podría ser reelecto.

Ulloa, con licencia temporal como vicepresidente mientras se postula para la reelección junto con Nayib Bukele, defendió este martes la estrategia de seguridad de su gobierno en una entrevista con The Associated Press, días antes de una elección presidencial que, se espera, puedan ganar fácilmente. Tales políticas, afirmó, continuarán hasta la derrota de las pandillas de El Salvador.

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Ulloa reconoció que en la detención masiva de ciudadanos, realizada por su gobierno, se encarcelaron a miles de personas inocentes, algo que, afirmó, están corrigiendo, pero justificó las duras acciones diciendo que son muy populares y completamente legales.

Desde la declaración del estado de emergencia en marzo de 2022, después de un aumento en la violencia de pandillas, el gobierno ha detenido a 76 mil personas, más de 1% de la población.

La declaración, que suspendió algunos derechos fundamentales como el acceso a un abogado y conocer el motivo de la detención, ha sido renovada cada mes por el Congreso de El Salvador.

"No hay ninguna obra humana perfecta (…) analiza el panorama completo. Entiende qué es lo que se está logrando en este país cuando hemos salido en defensa de la población y de los derechos humanos de los millones de salvadoreños que estaban siendo violados por las estructuras criminales”, dijo.

Desde entonces se han liberado a unas 7 mil personas de las prisiones donde las autoridades han sido acusadas de tortura y de cometer abusos sistemáticos contra los derechos humanos.

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Félix Ulloa señaló que, en algunos casos, las autoridades pudieron haber pedido a las fuerzas de seguridad que cumplieran con ciertas cuotas de detenciones, arrestando a un número predeterminado de personas, pero "no era una instrucción de superior ni una política de gobierno".

Grupos de derechos humanos afirman que más de 150 personas han muerto en custodia desde el inicio del operativo.

Informes de The Associated Press han documentado que los detenidos son sometidos a audiencias masivas de hasta 300 acusados a la vez. Pocas veces tienen acceso a abogados. La gran mayoría de los arrestados en la declaración de emergencia siguen en prisión sin haber sido juzgados.

"No hay un estado policial. No existe la suspensión de ninguna garantía en El Salvador. Ninguna libertad pública ha sido suspendida jamás por el régimen de excepción", añadió antes de señalar un par de derechos que han sido suspendidos, pero aclaró que no afectan a la “gente honrada”.

Ulloa dijo que el estado de emergencia continuará hasta que el gobierno decida que ya no es necesario.

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"Nosotros cuando declaremos libre al país de pandillas, de criminales, de estructuras criminales, pues ya no tendrá sentido tener el régimen de excepción", afirmó.

Ulloa negó firmemente las acusaciones del gobierno de Estados Unidos de que su gobierno había negociado con las pandillas antes del aumento de la violencia y del estado de emergencia que le siguió.

También negó que su gobierno haya atacado a la prensa, a pesar de que periodistas, activistas, líderes sindicales y políticos de oposición han dicho que son acosados, espiados e incluso detenidos por el gobierno.

Acusó a los críticos de su gobierno de trabajar con los partidos de oposición del país, y a las personas que afirman que sus derechos han sido violados durante la ofensiva, de "tener vínculos con las pandillas".