Reuters.- México busca reducir entre un 8% y un 12% la tarifa por uso de aeropuertos el próximo año, dijo el miércoles a última hora a Reuters un alto funcionario, aclarando los planes del gobierno tras las quejas de grupos aeroportuarios por cambios “unilaterales” en sus operaciones.

El gobierno mexicano pretende reducir la Tarifa de Uso de Aeropuerto, también conocida como TUA, pero “todavía está en negociación”, aseguró el subsecretario de Transporte, Rogelio Jiménez Pons.

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Los viajeros pagan la tasa aeroportuaria como parte del precio del boleto de avión y los operadores se embolsan los fondos. El cargo añade entre 22 y más de 60 dólares al precio de un vuelo internacional y entre 8 y 40 dólares al de uno nacional, dependiendo del aeropuerto.

La reducción de las tasas, algunas de las más elevadas de América Latina, tiene por objeto reducir los costos de los vuelos para los consumidores e impulsar el transporte aéreo en el país, dijo Jiménez Pons. Las tasas deberían reducirse en el primer trimestre del próximo año, añadió.

Jiménez Pons aclaró que la tasa de uso de los aeropuertos controlados por el gobierno, entre los que se incluye el más transitado del país, el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM), también se reducirá.

Las tarifas reducidas forman parte de una revisión de los planes quinquenales que los operadores aeroportuarios tienen con el gobierno.

Asur, que opera nueve aeropuertos en el sureste de México, dijo a principios de esta semana que el borrador de su próximo plan tuvo que ser desechado tras el anuncio del cambio de tarifas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador lleva mucho tiempo atacando a las aerolíneas por embolsarse el dinero de los mexicanos.

Y tiene previsto lanzar a finales de año una aerolínea comercial dirigida por militares, Mexicana. Ha presumido de que los precios de los boletos serán inferiores a las tarifas actuales del mercado.

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Además de la reducción de las tasas de uso, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ha declarado que casi duplicará lo que cobra a los operadores por sus concesiones para explotar los aeropuertos.

El dependencia dijo que el cambio, del 5% al 9%, se aplica a los ingresos de los operadores. Analistas dicen que se aplica a los ingresos menos los servicios de construcción.

El aumento aún debe ser aprobado en el Senado, admitió Jiménez Pons. Si se convierte en ley, los operadores aeroportuarios podrían tener que pagar 118.58 millones de dólares más al año, según cálculos de Reuters basados en los ingresos de 2022.

Los grupos aeroportuarios pueden quejarse del cambio, afirmó el funcionario, pero “no dejan de ganar. O sea, van a ganar menos, pero no dejan de ganar”.

La secretaría había dicho en el anuncio del 19 de octubre que las finanzas de los operadores no se verían afectadas. También afirmó que la alza reduciría los costos de los consumidores, aunque Jiménez Pons dijo que no era el caso.