Reuters.- Se prevé que en el segundo semestre de este año disminuyan las afectaciones causadas en el sector automotor por la falta global de chips que fue consecuencia de la emergencia sanitaria por la Covid-19.
De acuerdo con la Industria Nacional de Autopartes (INA) de México, la producción automotriz deberá comenzar a estabilizarse en el segundo semestre y normalizarse a fines de 2021, a medida que se supera la pandemia del coronavirus y se regula la demanda del insumo.
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“A partir de la segunda quincena de julio comenzaremos con la baja en la afectación por semiconductores, ya que es cuando esperamos se dé el pico de afectación y, posterior a esa fecha, se irá disminuyendo, hasta diciembre 2021, cuando estará regularizada”, dijo Bustamante a Reuters el jueves.
La escasez de chips inició cuando las automotrices bajaron a un ritmo mínimo de producción durante la estampa de confinamiento y se cancelaron pedidos, a medida que crecía el uso de esos componentes en otras industrias y ocupaban los espacios dejados por las armadoras de autos.
El ejecutivo de la INA explicó que las buenas expectativas se basan en que a medida que van culminando los planes de vacunación en las principales economías y se reducen los casos de COVID-19, bajará la demanda de semiconductores para teléfonos y computadoras porque menos personas trabajarán desde sus casas.
Sólo en Norteamérica -la región más golpeada por la escasez de chips- las armadoras dejaron de fabricar unas 1.16 millones de automotores en mayo, según datos de IHS Markit citados por Alberto Bustamante, directivo de la INA.
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Esperan aumentar los números
Tras sufrir en 2020 una caída en la producción de autopartes mexicanas de casi 20% en valor por los estragos de la pandemia, la asociación espera una recuperación de un 17.8% al cierre de este año, cuando alcanzaría los 92.4 mil millones de dólares, para retomar los niveles prepandemia hasta 2022.
La industria de autopartes es la mayor generadora de divisas de México, con Estados Unidos como su principal destino de exportación, con casi el 92%, y genera 856 mil empleos directos en el país, refirió Bustamante con base en cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La INA prevé que a fines de 2023 la producción de autopartes de México superará los 102 mil millones de dólares, debido a cuatro factores de los cuales destaca el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, que exige mayor valor de contenido regional, y la apertura comercial de Estados Unidos a nuevos mercados como Japón y Europa.
“Cada vehículo que se fabrica en Estados Unidos tiene hasta 5 mil 500 dólares en partes hechas en México”, dijo Bustamante al explicar que mientras más unidades exporte el vecino del norte tras firmar tratados de libre comercio con nuevos países, más se beneficia la industria mexicana de autopartes.
Por último, el director de la INA señaló como otras oportunidades de crecimiento del sector la guerra comercial de Estados Unidos contra China, que lo hace más dependiente de las autopartes mexicanas, y la recuperación de inventarios post COVID-19 que impulsará la producción.
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