Tras el ciberataque al sistema de un oleoducto de la compañía Colonial Pipeline, en Estados Unidos, el precio internacional de la gasolina dio un salto de 1.74% en la apertura de las operaciones electrónicas de ayer domingo en el mercado de Nueva York.

Sin embargo, la puesta en marcha de un plan, del gobierno de Estados Unidos y la compañía afectada, para garantizar el suministro de los hidrocarburos que fueron limitados por el ataque cibernético ha frenado el alza en los combustibles, que en el caso de la gasolina, gas y el petróleo, ya muestran variaciones negativas, pese a que en un inicio iban en ascenso; sin embargo, no se descarta que pueda haber un repunte en los importes por un desabasto.

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El ataque de la semana pasada contra Colonial Pipeline, uno de los incidentes de pagos de rescate digital más graves jamás reportados, ha causado conmoción en toda la industria.

Los oleoductos son los sistemas de tuberías que se usan principalmente para la transportación de petróleo o gas, además de otros hidrocarburos como gasolina, combustóleo, etc. En muchos casos, los oleoductos sustituyen totalmente al transporte terrestre, por lo que una interrupción pude provocar graves afectaciones al consumo por la logística que implicaría poder reanudar el abasto, lo que encarecería los precios.

El cierre resultante interrumpió el suministro de combustible en el este de Estados Unidos, provocó restricciones aisladas de ventas en estaciones minoristas y llevó los precios de referencia de la gasolina a un máximo de tres años, aunque ya volvió por debajo de la cotización que presentaba antes de que se conociera la afectación.

Los legisladores estadounidenses pidieron protecciones más fuertes para la infraestructura energética crítica del país y la Casa Blanca ha convertido el reinicio de la red de combustible en una prioridad, con un grupo de trabajo federal para evaluar el impacto y evitar interrupciones más graves.

Es probable que el sureste del país sea el primero en ver aumentos de precios entre los distribuidores minoristas, ya que la demanda muestra alzas mientras los conductores intentan llenar sus tanques de gasolina. El sureste es el más dependiente del ducto de combustible y tiene menos alternativas que los estados de más al norte. En cierres anteriores, los precios se han disparado.

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“Mi mayor preocupación, en lo que respecta al consumidor, es que se acabe con el suministro de gasolina en las estaciones de servicio, lo que agravaría aún más lo que está sucediendo en las terminales”, dijo Andrew Lipow, presidente de la consultoría Lipow Oil Associates LLC.

Si bien la investigación del gobierno sobre el ataque se encuentra en sus primeras etapas, un exfuncionario estadounidense y tres fuentes de la industria dijeron que se sospecha que los autores son un grupo de ciberdelincuentes llamado DarkSide.

Expertos en ciberseguridad comentaron que el grupo parece estar compuesto por ciberdelincuentes veteranos enfocados en exprimir la mayor cantidad de dinero posible de sus objetivos.