EFE.- En una de las versiones más grises que se le recuerdan en sus trece presencias en Madrid, el serbio Novak Djokovic, cuarto favorito, ganador de veinticuatro Grand Slam, se despidió el Abierto de Madrid en la segunda ronda, por la vía rápida y sin respuesta ante un rival menor, el italiano Matteo Arnaldi que selló en una hora y 41 minutos y en dos sets (6-3 y 6-4) el triunfo más importante de su carrera.
Djokovic transita de manera discreta por la temporada. Sin triunfos en arcilla, sin éxitos en año y medio desde que ganó las Finales ATP en el 2023, a excepción del oro olímpico en París 2024, en esta etapa de su carrera, la de los últimos coletazos.
No termina de alcanzar el triunfo 100 en el circuito. Y por lo visto en la pista central de la Caja Mágica, mucho debe mejorar para acercarse a ese éxito y arañar un trozo más a la historia. A esa de la que forma parte importante en el tenis.
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Superado por Arnaldi, un jugador discreto en los torneos, sin final alguna en su carrera, encontró una repercusión sin precedentes hasta ahora en el Masters 1000 de Madrid donde su entusiasmo fue capaz de desarbolar el talento de un Djokovic sin respuesta.
Solo en el arranque del partido, con un 2-0 en contra, Djokovic mostró algo de coraje para enmendar la situación. Devolvió la rotura y se metió de lleno en el partido. Pero fue la única vez. después desperdició cada oportunidad de rotura, de tomar ventaja. Y siempre por detrás, se mostró impotente ante cada intento de neutralizar la distancia con el italiano.
DEBACLE
Tres veces campeón en Madrid Djokovic se despidió por segunda vez en trece presencias sin ganar partido alguno en la Caja Mágica. Le pasó en el 2013, cuando perdió contra Grigor Dimitrov. No jugaba en el Masters 1000 madrileño desde que en el 2022, tras una batalla épica de una semifinal fue superado por el joven Carlos Alcaraz, después ganador.
Djokovic no ha ganado en tierra. Perdió en su primer partido en el Masters 1000 de Montecarlo ante el chileno Alejandro Tabilo. Ahora frente Arnaldi. Se acostumbra Djokovic a despedidas precipitadas, a adiós rápidos en los torneos. No es la primera vez que le sucede en el 2025 esa marcha temprana. No ganó partido alguno ni en Doha, ni en Indian Wells. La final en Miami, perdida contra el checo Jakub Mensik fue la excepción a un año plagado de sinsabores.
Se queda en puertas de convertirse en el tercer jugador de la Era Abierta en lograr cien títulos en el circuito, de lograr la hazaña de leyendas como Jimmy Connors (109) o Roger Federer (103). Se resiste al adiós el de Belgrado en busca de logros como este. No le da.
El hombre récord, en victorias (414), semifinales (79), finales (60) y títulos (40) en torneos Masters 1000 se marchó de la Caja Mágica por la puerta de atrás sin asumir la responsabilidad de la cabeza de cartel del torneo que le entregó Alcaraz tras su retirada.
Arnaldi, 44 del ranking ATP y sin éxito alguno en su carrera, jugará en tercera ronda por primera vez en Madrid, ante el bosnio Dami Dzumhur, que ganó al argentino Sebastian Báez por 1-6, 6-1 y 6-2.
"Ganar a Djokovic es algo que podré contar a mis hijos", dijo sobre la pista el transalpino que no desperdició el momento único que le aguardó la historia.