Inconformista, contundente y goleador, el uruguayo Luis Suárez es una mina para el Atlético de Madrid, que sigue lanzado en la Liga a golpe de victorias, diez en las últimas once jornadas, y que superó este miércoles al Getafe (1-0) para regalar a Diego Simeone el liderato en su partido 500 al frente de los colchoneros.
El Atlético de Madrid nada más ha perdido siete de los 42 puntos por los que ha competido hasta ahora y desprende tanta vitalidad y energía como su técnico, Diego Simeone, aunque ya encadene 500 partidos en el banquillo. Este miércoles fue su triunfo 301. El decimosexto contra el Getafe, incapaz de hacerle un gol. El global lo dice todo: 34-0.
Un rival mermado, sin duda, este miércoles por unas cuantas bajas y rearmado por varias novedades -entre ellas el debutante en la Liga Juan Iglesias-, pero tan competitivo como describe el libro de estilo de su entrenador, José Bordalás, aunque los actuales tiempos no sean tan productivos como antes: un triunfo en 10 jornadas.
Más práctico que estético, el Atlético desató su victoria de estrategia. Hace años, en 2013-14, cuando fue campeón era un materia primordial; hace unos meses, era una destreza aparentemente ajena al actual equipo rojiblanco -incluso Simeone lo lamentó públicamente- y ahora ha retomado un vigor que no tenía desde hace varios cursos, demasiados para la productividad que le dio en el pasado al equipo.
El pase -el segundo en dos partidos seguidos- lo dio Yannick Carrasco. Y el gol, en el minuto 20, lo marcó Luis Suárez, que demuestra cada jornada todo lo que tiene que decir y aportar -muchísimo- aún en LaLiga. Son ya ocho goles en 11 partidos en el torneo con el Atlético de Madrid. Dos datos comparativos hablan por sí solos: Diego Costa, su competidor hasta el lunes, anotó 12 en todos sus 61 duelos en la competición en su segunda etapa en el club y Álvaro Morata fue su mejor goleador la pasada Liga con 12 dianas.
VARIANTES
Hay muchas y variadas cuestiones que lucen en el actual líder de la Liga, como su presión en campo contrario, su paso adelante, la mutación de su estilo hacia la posesión y el toque, la calidad y profundidad de su plantilla, Marcos Llorente -hoy el segundo tiempo hasta de carrilero por la banda derecha-, Joao Félix… Pero hay una que sobresale, que expone una diferencia sustancial con el pasado curso y que tiene una incidencia clave: el ‘9’ uruguayo.
Siuárez ha disparado al Atlético con Simeone, porque tiene lo más preciado del futbol: el gol. No hay mejor garantía para cualquier aspirante a todo como lo es hoy, sin discusión, el Atlético. Había generado lo suficiente, como un tiro al poste de Lemar con 0-0, pero que no rompió el marcador hasta la intervención decisiva de Suárez.
Cierto es que luego hubo algún amago de reacción de su rival. Getafe se plantó en el área con más asiduidad de la que había intuido en la puesta en escena en el Wanda Metropolitano. Ni Ángel, quizá hasta sorprendido por la posición con la que se encontró con un remate ideal -en apariencia, no en ejecución-. Ni Etxeita, que mandó a las nubes un balón a modo, aprovecharon dos acciones prometedoras.
PRESIÓN
Ni tampoco le bastó al Getafe el paso adelante en la presión que dio a raíz del 1-0. Y más visiblemente en el segundo tiempo, consciente de que remover un marcador así exige mucho más de lo que había propuesto hasta entonces. Suyo fue el balón ante un Atlético que, entonces sí, dudó un rato, más replegado que agobiado.
Dos remates de Jaime Mata insistieron en la incertidumbre del Atlético. En un panorama de apariencia peligrosa, con sus cuatro centrales sobre el terreno a 10 minutos del final, con la entrada de Giménez -ubicado en la banda derecha- por Suárez… Y con el pitido final como único alivio en un encuentro inquietante.
Ganó otra vez el Atlético, aunque Diego Costa ya sea historia para él; aunque Trippier no vaya a estar disponible en al menos 14 partidos -13 tras el de este miércoles-; o aunque su recambio en el lateral, Sime Vrsaljko, que disputó 56 minutos, no haya jugado de titular desde hace diez meses. El equipo sale vencedor.
Juegue mejor o peor, en este caso es mucho más lo primero que lo segundo; con más contundencia o menos o con más o menos sufrimiento dependiendo del partido y del momento, el Atlético supera desafíos con la naturalidad que aporta la determinación de su grupo, de sus cualidades y de su ambición. Por eso el Atlético líder incontestable de LaLiga y con Suárez para festejar los 500 partidos bajo el mando de Simeone.
EFE