El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que su gobierno no ha ejercido presión a jueces para desechar los amparos contra la construcción del Tren Maya, pero sí han intensificado las obras para recuperar el tiempo perdido por dichos recursos legales.
“Nosotros no ejercemos presión contra nadie y lo que hicimos en el caso del Tren Maya fue presentar toda la información que nos solicitaron y hacer uso de la facultad que tenemos para declarar una obra de interés público, de interés nacional, de seguridad nacional”, dijo este jueves el mandatario.
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“Ya estamos y vamos a recuperar el tiempo porque estamos con más equipos e intensificando nuestra acción, nuestro trabajo, para recuperar lo perdido, quién sabe con qué van a salir ahora, pero no van a poder detenernos“, aseguró sobre los trabajos de construcción.
“Que bien que ahora el juez está desechando todos esos amparos”, dijo el presidente sobre las suspensiones definitivas que habían sido impuestas en la obra del Tren Maya, donde los trabajos en los tramos 5, 6 y 7 se había detenido debido a distintas quejas por parte de organizaciones ambientales y buzos profesionales.
A mediados de julio, el gobierno federal declaró al Tren Maya como una obra de seguridad nacional para reanudar los trabajos en el Tramo 5 pese a las suspensiones presentadas por jueces.
En aquella ocasión, el titular del Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur), Javier May, aseguró que “no se violentó ningún amparo” y deslindó a Fonatur de cualquier responsabilidad en la obra, la cual dijo “la está llevando la Secretaría de Gobernación y de Seguridad Pública.
Por otra parte, la semana pasada, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) afirmó que el Tramo 5 Sur del Tren Maya cumple con los requisitos de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) luego de la revocación de tres suspensiones definitivas de amparo respecto a estas obras.
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De acuerdo con Semarnat, la reanudación de obras de construcción del Tramo 5 representa “un desarrollo sustentable del sureste del país” que “beneficiará a las comunidades rurales”.
En respuesta, ambientalistas y ciudadanos de Quintana Roo en contra del megaproyecto federal han acudido directamente a las áreas donde se encuentran las maquinas de trabajo para pedir que se detengan a través de manifestaciones pacíficas, como han circulado imágenes en redes sociales.
