Basado en hechos reales: inteligencia artificial, la nueva herramienta del SAT para combatir la evasión fiscal

Por Enrique Pons Franco

La fiscalización de los impuestos es un tema importante en cualquier sociedad. Los gobiernos dependen de los ingresos fiscales para financiar sus programas y servicios, y la recaudación de impuestos es esencial para garantizar la sostenibilidad fiscal. Sin embargo, la fiscalización de los impuestos puede ser un proceso complicado y costoso. Ahí es donde la inteligencia artificial (IA) puede tener un impacto significativo.

La IA es una tecnología que permite a las máquinas aprender de los datos y realizar tareas de manera autónoma. Con el aumento de la cantidad de datos disponibles, la IA se está volviendo cada vez más poderosa y efectiva en muchas áreas de la vida, incluida la fiscalización de los impuestos.

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La IA puede ayudar a los gobiernos a identificar y corregir errores en las declaraciones de impuestos de manera más eficiente y efectiva. En lugar de depender de los recursos humanos para realizar análisis detallados de grandes cantidades de datos, la IA puede realizar esta tarea en cuestión de minutos. La IA también puede identificar patrones y anomalías en los datos que los seres humanos pueden pasar por alto. Además, la IA puede ayudar a los gobiernos a detectar el fraude fiscal. El fraude fiscal puede ser difícil de detectar porque a menudo se realiza a través de transacciones complejas y enrevesadas. Sin embargo, la IA puede analizar grandes cantidades de datos financieros para detectar patrones de comportamiento que indiquen fraude. Por ejemplo, la IA puede identificar transacciones sospechosas que involucren grandes cantidades de dinero o que parezcan fraudulentas.

Otra forma en que la IA puede ayudar en la fiscalización de los impuestos es mediante el análisis de los datos de las redes sociales. Las redes sociales son una fuente de información valiosa para los investigadores fiscales, ya que a menudo contienen información sobre el estilo de vida y las actividades financieras de las personas. La IA puede analizar esta información para detectar posibles infracciones fiscales o comportamientos sospechosos.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la IA no es una solución mágica para todos los problemas de fiscalización de impuestos. La IA es tan buena como los datos que se le proporcionan, y es crucial que los datos sean precisos y completos. También es fundamental garantizar la privacidad y la seguridad de los datos, ya que la IA puede acceder a grandes cantidades de información personal y financiera.

En la actualidad hay varios ejemplos de cómo la IA se está utilizando actualmente en todo el mundo para fiscalizar impuestos. Uno de los ejemplos más notables es el uso de la IA por parte de la Agencia Tributaria de España. La agencia ha estado utilizando herramientas de análisis de datos y técnicas de inteligencia artificial para detectar fraudes fiscales y errores en las declaraciones de impuestos. La agencia también ha utilizado la IA para identificar patrones de comportamiento de los contribuyentes que puedan indicar evasión fiscal.

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En India, el Servicio de Impuestos sobre la Renta ha estado utilizando la inteligencia artificial para mejorar su eficiencia en la fiscalización de impuestos. La agencia ha implementado un sistema de análisis de datos que utiliza algoritmos de aprendizaje automático para identificar posibles infracciones fiscales. El sistema también utiliza análisis de lenguaje natural para procesar grandes cantidades de datos de las declaraciones de impuestos.

Otro ejemplo es el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos, que ha estado utilizando la IA para detectar fraudes fiscales en línea. El servicio utiliza herramientas de análisis de datos y aprendizaje automático para analizar grandes cantidades de datos de transacciones en línea y detectar patrones sospechosos de comportamiento. A medida que la tecnología continúa evolucionando y mejorando, es probable que veamos más ejemplos de cómo la IA se está utilizando para mejorar la eficiencia y la efectividad de la fiscalización de impuestos.

Sin embargo, la implementación de la IA en la fiscalización de impuestos requiere de una inversión significativa en infraestructura tecnológica y en la formación de personal capacitado para utilizar estas tecnologías de manera efectiva. Además, se requeriría una actualización en las leyes fiscales y la regulación para garantizar la legalidad y la ética en el uso de estas tecnologías.

Dicho esto, hay algunos indicadores que sugieren que México está avanzando hacia una mayor digitalización y modernización de sus procesos fiscales. Por ejemplo, esta semana, dicha entidad hizo público su “Plan Maestro 2024”, con el que comenzará a utilizar la referida tecnología para implementar modelos de analítica de grafos (una herramienta que permite visualizar las relaciones y dependencias entre diferentes personas y elementos dentro de una organización) y machine learning (aprendizaje automático) para la clasificación de los contribuyentes de riesgo, la identificación de redes complejas de elusión y evasión, así como la detección de inconsistencias en CFDI asociadas con el contrabando y empresas fachada, para revisar los siguientes rubros:

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• Actividades vulnerables
• Aplicaciones improcedentes de saldos a favor de IVA
• Impuestos de comercio exterior
• Impuestos internos
• Mercado de combustibles
• Operaciones simuladas
• Simulación de pensiones
• Tercerización de pago de nóminas

Ahora bien, la implementación de la inteligencia artificial en la fiscalización y recaudación de impuestos, aunque ofrece numerosos beneficios, también presenta ciertos inconvenientes que deben ser considerados. Aquí se detallan cinco desafíos principales:

• Problemas de privacidad y seguridad de datos: la utilización de IA en la fiscalización de impuestos implica el manejo de grandes cantidades de datos personales y financieros sensibles. Esto plantea riesgos considerables en términos de privacidad y seguridad de la información. El manejo inadecuado de estos datos puede llevar a violaciones de la privacidad y posibles filtraciones de información confidencial.
• Riesgo de sesgos y discriminación: los algoritmos de IA pueden incorporar sesgos existentes en los datos con los que son entrenados. En el contexto de la fiscalización de impuestos, esto podría llevar a prácticas discriminatorias, como la focalización desproporcionada en ciertos grupos demográficos o económicos para auditorías fiscales, basándose en patrones previos que pueden no ser representativos o justos;
• Complejidad y falta de transparencia: los sistemas de IA pueden ser extremadamente complejos y sus procesos de toma de decisiones a menudo son opacos. Esto puede generar desafíos en términos de transparencia y responsabilidad, dificultando la comprensión y la contestación de las decisiones tomadas por la IA, especialmente en casos de disputas tributarias;
• Costos de implementación y mantenimiento: desarrollar, implementar y mantener sistemas avanzados de IA para la fiscalización y recaudación de impuestos requiere una inversión significativa. Estos costos pueden ser prohibitivos, especialmente para las jurisdicciones con recursos limitados. Además, la necesidad de actualización constante para mantener la efectividad del sistema puede resultar en costos recurrentes sustanciales; y
• Desafíos en la adaptación legal y normativa: La integración de la IA en sistemas fiscales plantea desafíos legales y normativos. La legislación y las regulaciones existentes pueden no estar preparadas para abordar las cuestiones que surgen del uso de la IA, como la asignación de responsabilidad en casos de errores o la regulación de la recopilación y uso de datos. Esto requiere una revisión y adaptación constante del marco legal y normativo para garantizar que el empleo de la IA sea justo, transparente y conforme a la ley.

Estos inconvenientes subrayan la necesidad de un enfoque cuidadoso y considerado al implementar la IA en la fiscalización y recaudación de impuestos, asegurando que se manejen adecuadamente aspectos como la privacidad, la equidad, la transparencia y la conformidad legal.

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En conclusión, la IA tiene el potencial de revolucionar la forma en que los gobiernos fiscalizan los impuestos. La IA puede ayudar a los gobiernos a detectar errores, identificar fraudes y analizar grandes cantidades de datos de manera más efectiva que los seres humanos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la IA no es una solución mágica y debe ser utilizada de manera responsable y ética para garantizar la privacidad y seguridad de los datos.

Así, en espera que te sea útil esta información, nos leemos la próxima semana. Mientras tanto, te espero en X (antes Twitter) como @enrique_pons.