Por José Gerardo Mejía
Erigido en jurado de procedencia, la Cámara de Diputados aprobó este miércoles el desafuero del fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara.
Morena y aliados emitieron 239 votos a favor; Movimiento Ciudadano, 22 en contra, y las bancadas del PRI, PAN y PRD, 170 en abstención. El fiscal de Morelos no se presentó en el pleno, sólo sus abogados.
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Al término de la votación, Marcela Guerra, presidenta de la Cámara de Diputados convertida en jueza, afirmó que puede determinarse el ejercicio de la acción penal en contra del fiscal de Morelos.
La determinación será notificada al Congreso de esa entidad. El fiscal de Morelos es acusado de ejercicio indebido del servicio público, al haber asumido el cargo sin tener aprobados los exámenes de control y confianza.
Al respecto, Carmona explicó este día que el caso por el que lo acusa la Fiscalía General de la República (FGR) ante la Cámara de Diputados no es por un delito constitutivo, sino un tema administrativo.
“Se me acusa de que cuando me designaron fiscal general de Morelos en 2018, en el momento de la designación, yo no contaba con evaluaciones de control de confianza, eso no es delito porque no es exigible para ningún fiscal contar con esas evaluaciones antes de ser designados, no lo establece así la Constitución local y pues esperemos que impere la razón y el derecho”, argumentó.
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Ayer, Carmona Gándara acusó que todo este proceso “es político, es una persecución de la que he sido víctima desde hace años. La persecución política proviene del gobierno de Morelos, para quien he resultado incómodo desde el principio. Tenemos algunas denuncias que han incomodado al Poder Ejecutivo y luego escala ya a esferas más altas en el poder”.
Con información de Jaime Brito
