Foto: TEPJF
Por Jorge Monroy
Janine Otálora Malassis, magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), alertó que la división y polarización política que se vive en el país puede comprometer la estabilidad de la democracia en el 2024.
Al participar en el foro “Problemas actuales del derecho electoral”, la magistrada hizo un recuento de los riesgos que podrían enfrentar las autoridades electorales durante el proceso electoral 2023-2024.
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Otálora afirmó que la división política influye en los ánimos de la ciudadanía y también en el contexto en el que todos los funcionarios electorales hacen su trabajo.
“Con esta polarización que vivimos hay una tentación de las y los actores políticos de desconocer a la autoridad electoral. Y esto es un riesgo que si bien escapa de nuestras manos, a la vez lo tenemos que cuidar por más paradójico que esto parezca”, resaltó.
Por ello, dijo que las autoridades electorales tienen que encontrar mecanismos para fomentar un diálogo constructivo con la sociedad y reforzar el reconocimiento de los actores políticos. La magistrada sostuvo además que las autoridades electorales deben promover los valores de la democracia: tolerancia, respeto, diálogo, fraternidad y neutralidad.
“Para poder hablar de democracia necesitamos, primero, demócratas, y en este sentido es indispensable que actoras y actores políticos respeten la norma electoral y respeten a las instituciones electorales. Que puedan celebrar sus triunfos electorales, sí, pero deben respetar sus fracasos, y por ende los triunfos ajenos, admitir que a veces se gana y a veces se pierde, pero sobre todo respetar toda la normativa electoral”, sentenció.
Planteó que un reto de las autoridades electorales es explicar de manera entendible a los ciudadanos la razón de los acuerdos y sentencias que aplican a partidos y candidatos.
Refirió que una decisión mal comunicada puede crear un conflicto social, pero bien explicada puede salvar la paz social.
Estimó positivo que haya proyectos de observación a consejeros y magistrados electorales, porque fortalece la democracia.
La magistrada Otálora dijo que otro reto es garantizar la imparcialidad de los funcionarios de los tres niveles de gobierno, y que no hagan uso de programas sociales, de los padrones, y que no cometan coacción. “Con esto lograríamos que el Poder Ejecutivo deje de estar teniendo una influencia nefasta en los procesos democráticos”, afirmó.
Planteó que otra manera de preservar la autonomía de las autoridades electorales es tener una sana distancia con el poder político, “con este seductor que puede venir a tergiversar nuestras decisiones”.
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“Hemos sido espectadores en tiempos recientes de recurrentes embates que buscan erosionar la legitimidad de las autoridades electorales y esto es un riesgo para el sistema democrático”, aseveró.
Afirmó que instituciones débiles no les convienen ni siquiera a quienes hoy tratan de debilitarlas.
Finalmente, la magistrada hizo un llamado a las autoridades de los tres órdenes de gobierno para que garanticen la seguridad de candidatas y candidatos que participen en el proceso electoral que iniciará en una semana en todo el país.
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