Crédito al consumo, el filón de oro de la banca en México: los intereses son más del doble que los aplicados a empresas

Jesús de la Fuente, nuevo presidente de Comisión Nacional Bancaria y de Valores
Foto: Facebook

Entre enero y mayo de 2023, la cartera de crédito a empresas generó ingresos por intereses a la banca por 153,076 millones de pesos, mientras que la cartera destinada a financiar el consumo generó 151,108 millones de pesos, ambas cifras muy similares, pero que sorprenden al considerar la base a partir de la cual cada una de esas generó esos ingresos. La cartera de crédito de las empresas al quinto mes del año fue de 3.02 billones de pesos, mientras que la carera de crédito al consumo fue de 1.29 billones de pesos, ello de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

¿Qué hace posible que 1.29 billones de pesos generen casi lo mismo que 3.02 billones de pesos? La respuesta es simple, las tasas de interés que se aplican al tipo de crédito. De acuerdo con el reporte mensual de la CNBV, la tasa de interés que aplicó a los créditos para las empresas al mes de mayo fue en promedio de 13.0%, y la aplicada a los créditos de consumo fue de 29.7%, de entrada, esta segunda tasa es más de dos veces la primera, lo que indica el trato financiero para cada tipo de cliente.

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Para que una empresa reciba la línea de crédito del banco, tiene que cubrir garantías que a la institución crediticia le brinde seguridad del retorno del dinero que presta, garantías que por lo general tienen que ver con los principales activos de la empresa, como maquinaria, equipo e inmueble y en algunos casos hasta del patrimonio familiar. Este conjunto de garantías, una vez entregadas, significa una alta probabilidad de recuperación del dinero y, por tanto, un menor riesgo, lo que al final se traduce en tasas de interés menos onerosas.

Tradicionalmente, los ingresos a la banca por la cartera de crédito al consumo se mantuvieron muy por arriba de lo que ingresaba por la cartera de crédito a las empresas, sin embargo, en los últimos diez años, la brecha se fue cerrando hasta que, en 2023, el ingreso de intereses a las empresas superó a la que era la reina de los ingresos de la banca. El escenario tradicional de tasas de interés cambió.

Entre 2020 y 2021, los años más perniciosos de la pandemia en México, el ingreso por intereses de los créditos a las empresas cayó 36%, lapso o pausa en el que los bancos aprovecharon para renegociar las deudas de las empresas. Para 2022 y 2023, la sostenida alza de tasas de interés configuró el entorno para un apretón monetario, los clientes de la banca en general de pronto se encontraron con costos crecientes, hecho que se aprecia en el aumento de ingresos por intereses, que en esos años pasó de 98,684 a 153,076 millones de pesos, un incremento de 55% en términos reales.

El crédito al consumo, al ser recursos a plazos muy cortos, de bajo riesgo (a juzgar por la tasa de morosidad muy cerca del 3%), así como con elevadas tasas de interés y montos reducidos a un gran número de personas, lo hacen el preferido de la banca en México. Los 151,108 millones de pesos reportados a mayo, como ingresos de esa cartera, son 16% superiores en términos reales a los de un año antes y también la cifra más alta de la que se tenga registro.

Desechan bancos 7.53 millones de cuentas de captación

En abril de 2023, las instituciones bancarias en México eliminaron 7.53 millones de contratos de captación, para quedar en 102.97 millones, 6.8% menos que en el mismo mes del 2022. En enero pasado, las instituciones bancarias llegaron al máximo de contratos con 112.83 millones. Del total de cuentas, el 66% se concentró en depósitos de exigibilidad inmediata, 32% son de nómina y 2% depósitos a plazo.

De los contratos de captación, la mayor parte se refiere a la captación tradicional, es decir, aquella que se conocen también como de ventanilla, básicamente los depósitos de ahorro, cuentas de cheques, depósitos a plazo fijo y los pagarés con rendimiento liquidable al vencimiento, instrumentos que en muchos casos presentan una tasa real negativa, esto significa que el rendimiento que pagan es inferior al aumento en la inflación.

La CNBV revela en su informe mensual que la tasa de interés implícita pasiva, es decir, la que pagan los bancos por los recursos que captan de los ahorradores, fue del 6.98% en mayo, nivel ya por arriba de la inflación del 5.84% en ese mismo mes, estas cifras contrastan con la del mismo mes de 2022, en el que la tasa pasiva fue de 3.70% y la inflación de 7.65%. Esta comparación muestra que el aumento en las tasas de interés, aunque en forma muy moderada, empieza a llegar a los pequeños ahorradores.

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