La inteligencia artificial y la privacidad de tus datos: un nuevo desafío legal

La RAE certificará a la Inteligencia Artificial que hable "bien español"
Foto: Shutterstock

Por Enrique Pons Franco

Imagínate despertar por la mañana y tu máquina de café ya reconoce tus preferencias exactas y lo prepara. Cuando te subes al coche, automáticamente planifica la ruta al trabajo, evitando el tráfico. Cuando llegas a la oficina, tu asistente virtual organiza tus correos electrónicos, programa reuniones y te guía a través de sus prioridades para el día. ¿Todo esto, sin necesidad de instrucciones? Este ya no es sólo un escenario hipotético, sino que se está convirtiendo en nuestra realidad cotidiana gracias a una fuerza poderosa e invisible: la inteligencia artificial (IA).

Una vez considerado como un mundo de ciencia ficción y visión futurista, la IA ahora está entrelazada con nuestra vida diaria en formas que apenas estamos comenzando a comprender. Está en nuestros teléfonos, en nuestras casas, oficinas e incluso en la calle. Desde recomendaciones personalizadas de películas de Netflix hasta pronósticos meteorológicos más precisos, automóviles autónomos y asistentes virtuales como Siri y Alexa, la IA está redefiniendo lo que es posible.

Entérate: La inteligencia artificial en las campañas electorales: ¿revolución, innovación o amenaza?

Sin embargo, si bien la IA aporta varios beneficios y comodidades a nuestras vidas, también plantea nuevos desafíos. En el centro de estas preguntas se encuentra la preocupación fundamental de la protección de datos.

Para que la IA haga todas las cosas maravillosas que nos ofrece, necesitamos alimentarla con datos, y estos suelen ser muy personales. Desde compras en línea y búsquedas web hasta geolocalización e interacciones en redes sociales, la IA se basa en la información que generamos continuamente. Pero, ¿qué sucede cuando estos sistemas recopilan más información de la que estamos dispuestos a compartir?, ¿Dónde termina la conveniencia y dónde comienza la invasión de la privacidad?, ¿Qué medidas se están tomando para proteger nuestra privacidad en este nuevo, emocionante y, a veces, confuso mundo digital? Es más que un ejercicio teórico, es una necesidad apremiante en un mundo cada vez más conectado y dependiente de la tecnología. Si llegaste hasta aquí, quédate un rato más y aprende un poco más sobre las complejidades de este tema.

Desafíos sobre la privacidad

Piensa por un momento en todo lo que haces en línea a diario. Quizás comienzas revisando tu correo electrónico y desplazándote por las redes sociales para obtener actualizaciones de amigos y familiares. Quizás estés comprando en línea o viendo tu serie favorita en Netflix. Cada una de estas actividades produce datos que se recopilan y analizan.

La IA es como un lobo hambriento, y los datos, tu platillo favorito. La AI utiliza estos datos para aprender y mejorar. Este es un proceso conocido como “aprendizaje automático“. Cuantos más datos reciba, mejor podrá hacer su trabajo. Pero qué pasa si esos datos contienen información personal o sensible.

Te puede interesar: Desenmascarando la corrupción: el potencial revolucionario de la inteligencia artificial

Aquí es donde surge el tema de la privacidad. En la sociedad moderna, donde la vida es cada vez más digital, se genera una enorme cantidad de datos. Creamos y compartimos información sobre nosotros mismos cada vez que usamos nuestros teléfonos, computadoras y otros dispositivos. Ejemplos de estos desafíos son los sistemas de IA que recopilan información sobre nuestros hábitos de salud, situación financiera, ubicación y más. El mal uso de esta información puede comprometer la privacidad y la seguridad.

Por ejemplo, los sistemas de reconocimiento facial —una aplicación de la IA— se pueden usar para identificar personas en multitudes, lo que podría servir como una herramienta de seguridad pública. Pero el mismo sistema podría utilizarse para rastrear los movimientos de alguien sin su consentimiento, lo que plantea problemas de privacidad.

Otro desafío surge de la intersección de la IA con nuestras vidas sociales en línea. Algunas compañías de redes sociales usan IA para analizar nuestras interacciones y preferencias para publicar anuncios dirigidos. Si bien este enfoque puede brindarle anuncios que son más relevantes para nuestros intereses, también plantea preguntas sobre cómo se recopila, almacena y utiliza tu información personal. El desafío es cómo equilibrar la comodidad y la privacidad.

Casos recientes y qué se está haciendo

Para comprender mejor la situación, echemos un vistazo a algunos incidentes recientes de alto perfil relacionados con la IA y la privacidad.

Lee también: ¿Estás preparado?: la nueva Ley de Inteligencia Artificial que cambiará el juego

Uno de los casos más sonados en los últimos años es el de Cambridge Analytica, una empresa que usó datos de Facebook para influir en elecciones políticas. El caso ha llamado la atención sobre cómo se puede utilizar la IA para manipular la opinión pública, utilizando datos personales recopilados sin el debido conocimiento o consentimiento del usuario. El escándalo ha provocado una serie de investigaciones y juicios, que han resultado en cuantiosas multas contra Facebook y un renovado interés por la privacidad en todo el mundo.

También es importante destacar el uso de la IA en los sistemas de reconocimiento facial. Recientemente, la ciudad de San Francisco, California, prohibió el empleo de esta tecnología por parte de los gobiernos locales. Esta decisión se tomó debido a la preocupación por la invasión de la privacidad y el potencial de racismo y sexismo asociado con estos sistemas. Este es un claro ejemplo de cómo las preocupaciones por la privacidad tienen un impacto directo en la ley.

Más recientemente, la aplicación de mensajería de Meta, WhatsApp, anunció controvertidamente cambios en su política de privacidad a principios de 2021. A los usuarios les preocupaba que WhatsApp pudiera compartir información personal con su empresa matriz. Esta polémica ha llevado a muchos usuarios a buscar alternativas más seguras y privadas como Signal y Telegram.

En respuesta a estos y otros incidentes, se han promulgado leyes y reglamentos de privacidad más estrictos. Un buen ejemplo es el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea, que proporciona garantías sólidas para la protección de datos. Además, el estado de California promulgó la Ley de Privacidad del Consumidor de California (California Consumer Privacy Act, CCPA), que otorga a los consumidores derechos importantes sobre cómo se recopila y utiliza su información personal.

Te recomendamos: La revolución de ChatGPT en el ejercicio de la abogacía: reflexión sobre sus implicaciones, beneficios y retos

El futuro de la IA y la privacidad

A medida que avanzamos, la IA seguirá desempeñando un papel cada vez más importante en nuestras vidas. Esto significa que la protección de datos se convertirá en un problema aún mayor que antes. ¿Cómo se ve ese futuro y qué medidas se están tomando para proteger nuestra privacidad? A medida que la IA se vuelve más sofisticada y omnipresente, es probable que se promulguen leyes más estrictas para garantizar que nuestra información personal se maneje de manera responsable. Estas leyes deberán exigir transparencia sobre cómo las empresas recopilan y utilizan nuestra información y pueden dar a las personas más control sobre su información personal.

También podemos esperar avances tecnológicos para mejorar la protección de datos. Por ejemplo, técnicas como el “aprendizaje federado” ayudan a proteger la privacidad del usuario al permitir que los sistemas de IA aprendan de los datos sin enviarlos a un servidor central. También se están investigando técnicas como el “cifrado homomórfico“, que permite la manipulación de datos cifrados sin descifrarlos, lo que proporciona nuevos niveles de seguridad.

Finalmente, es importante que nosotros, como sociedad, sigamos teniendo debates importantes sobre la privacidad y la IA. Necesitamos equilibrar las expectativas de la IA con la necesidad de proteger la información personal. El propósito es educar a las personas sobre cómo funciona la IA, cómo se utilizan sus datos y cómo se puede proteger su privacidad.

En resumen, el futuro de la IA y la privacidad es emocionante y desafiante. A medida que avanzamos, es importante recordar que la tecnología debe usarse a nuestro favor y no invadir nuestra privacidad. Con una regulación adecuada, avances tecnológicos y una discusión abierta continua, podemos mirar hacia un futuro en el que la IA nos beneficie sin comprometer nuestra privacidad.

Así, en espera que te sea útil esta información, nos leemos la próxima semana. Recuerda siempre buscar información y asesoramiento legal calificado antes de tomar cualquier decisión importante. Mientras tanto, te espero en Twitter como @enrique_pons.

Comparte esta nota