La inteligencia artificial en las campañas electorales: ¿revolución, innovación o amenaza?

Foto: Cuartoscuro

Por Enrique Pons Franco

La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado muchos aspectos de nuestras vidas, desde la forma en que compramos hasta la forma en que nos comunicamos. Pero hay un creciente interés y preocupación por su impacto en las campañas electorales. A medida que la IA se vuelve más sofisticada, también lo hace la forma en que se usa y, potencialmente, se abusa de ella en la arena política.

Las campañas electorales siempre han sido campos de batalla de ideas y estrategias de comunicación, y México no es la excepción. Históricamente, los candidatos se han basado en discursos, anuncios de televisión, volantes, pancartas y mítines masivos para llegar a los votantes. Pero con la llegada de la era digital, las campañas electorales han evolucionado. Actualmente, los candidatos utilizan las redes sociales, la publicidad digital y otras formas de comunicación en línea para llegar a los votantes, y el uso de la IA hace que estas estrategias electorales sean aún más sofisticadas.

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La IA puede analizar grandes cantidades de datos para identificar tendencias y patrones que se pueden usar para personalizar los mensajes de la campaña. Por ejemplo, los algoritmos de IA pueden analizar los datos de las redes sociales para determinar qué temas son importantes para los votantes en una región en particular y emplear esa información para personalizar los mensajes de campaña para esa región. Esto brinda a los candidatos la oportunidad de llegar a los votantes con mensajes que son relevantes para sus preocupaciones e intereses específicos, lo que hace que sus campañas sean más efectivas.

Pero el uso de IA en campañas electorales también presenta muchos desafíos y riesgos. Uno de los mayores desafíos es la personalización de los mensajes políticos. Con AI, los partidos políticos pueden segmentar a los votantes de manera más efectiva y adaptar los mensajes a los intereses y preocupaciones individuales. Si bien esto mejora la comunicación entre candidatos y votantes, también plantea problemas de privacidad y manipulación.

Otro desafío es el uso de la IA para difundir desinformación. Los algoritmos de IA pueden generar y difundir noticias falsas a una velocidad y escala que los humanos no pueden igualar. Esto puede tener un impacto significativo en la percepción pública de los candidatos y los temas políticos.

El riesgo más obvio es el potencial de manipulación de votantes. La IA se puede utilizar para crear perfiles detallados de votantes y usar esta información para enviar mensajes políticos altamente personalizados e influir en el comportamiento de votación.

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Además, la IA se puede utilizar para amplificar la información errónea y las noticias falsas. Los algoritmos de IA se pueden programar para difundir desinformación a través de las redes sociales y otros canales de comunicación, influyendo en la opinión pública y cambiando potencialmente el curso de las elecciones.

¿Cómo funcionaría un algoritmo electoral?

El desarrollo de algoritmos para campañas electorales requiere un enfoque cuidadoso para equilibrar la efectividad de la campaña con el respeto por la privacidad y la ética. Aquí hay un ejemplo de cómo funcionaría si tuviera que desarrollarlo.

  1. Recopilación de datos: El primer paso es recopilar datos relacionados con su campaña. Esto puede incluir datos demográficos, datos de encuestas políticas, datos de redes sociales y otros datos relacionados. Es importante tener en cuenta que la recopilación de datos debe realizarse de acuerdo con las leyes y reglamentos de protección de datos aplicables;
  2. Análisis de datos: Una vez que se recopilan los datos, los algoritmos utilizan técnicas de aprendizaje automático para analizar los datos y extraer patrones y tendencias. Esto incluye identificar los temas más importantes para los votantes, predecir cómo votarán los diferentes grupos demográficos e identificar las mejores formas de comunicarse con los diferentes grupos demográficos;
  3. Segmentación de votantes: Según el análisis de datos, los algoritmos pueden segmentar a los votantes en diferentes grupos según la demografía, las opiniones políticas, los intereses y otros factores relevantes. Esto permite que las campañas adapten sus mensajes a diferentes audiencias;
  4. Optimización de la comunicación: Los algoritmos pueden usar los datos de los votantes y la segmentación para optimizar las comunicaciones de la campaña. Esto incluye identificar los mejores canales de comunicación para diferentes grupos, personalizar los mensajes de campaña para diferentes grupos y optimizar el momento y la frecuencia de las comunicaciones; y
  5. Retroalimentación y ajuste: Finalmente, el algoritmo debe incluir un componente de retroalimentación y ajuste. Esto requiere realizar un seguimiento de la eficacia de la campaña, recopilar los comentarios de los votantes y ajustar la estrategia de la campaña en función de esos comentarios. Esto permitirá que las campañas se adapten y respondan a los cambios en el clima político y las percepciones de los votantes.

Este es solo un ejemplo, y el diseño específico de un algoritmo de campaña dependerá de muchos otros factores, como los objetivos específicos de la campaña, las leyes y regulaciones aplicables y las características específicas. Además, es fundamental que el uso de la IA en las campañas electorales se realice de manera ética y transparente, respetando la privacidad de los votantes y la integridad del proceso electoral.

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Desafíos de la IA en las campañas electorales

  1. Personalización de mensajes políticos: Durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016, la empresa de análisis de datos Cambridge Analytica utilizó perfiles de usuario de Facebook para orientar anuncios políticos personalizados. Esto planteó preguntas sobre la ética de personalizar demasiado los mensajes políticos;
  2. Desinformación y noticias falsas: Se descubrió que los bots de Twitter difundían desinformación y propaganda política durante las elecciones intermedias de Estados Unidos de 2018;
  3. Transparencia y explicabilidad: En 2019, un informe de OpenAI advirtió sobre los peligros de que los sistemas de IA generen noticias falsas que no se pueden distinguir de las noticias reales. El informe destacó la dificultad de comprender cómo estos sistemas de IA toman decisiones;
  4. Sesgo en los algoritmos de IA: Los algoritmos de IA pueden mantener o incluso amplificar los sesgos existentes si están sesgados en sus datos de entrenamiento. Por ejemplo, si los datos de entrenamiento para un algoritmo de segmentación de votantes están dirigidos a un grupo demográfico en particular, el algoritmo puede ignorar o malinterpretar las preferencias de otros grupos demográficos; y
  5. Accesibilidad y equidad: La IA puede ser una herramienta poderosa en las campañas electorales, pero no todos los candidatos y partidos políticos tienen los recursos para usar la IA de manera efectiva. Esto puede conducir a desigualdades en el proceso electoral.

Riesgos de la IA en las campañas electorales

  1. Manipulación de votantes: Durante las elecciones presidenciales de Brasil de 2018, se utilizaron campañas de desinformación en WhatsApp para difundir noticias falsas y propaganda política. Esto generó preocupaciones sobre la manipulación de los votantes;
  2. Amplificación de la desinformación: Se usaron bots de redes sociales para amplificar la desinformación y la propaganda política durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016;
  3. Violación de datos: En 2018, se reveló que Cambridge Analytica estaba recopilando datos de millones de usuarios de Facebook sin su consentimiento. Esto planteó importantes preocupaciones sobre la privacidad de la campaña;
  4. Dependencia tecnológica: En 2020, una aplicación de conteo de votos defectuosa provocó un retraso significativo en el resultado de las primarias demócratas de Iowa. Esto destaca los riesgos de una dependencia excesiva de la tecnología en el proceso electoral; y
  5. Ataque cibernético: En 2016, los piratas informáticos filtraron correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Esto hizo que la campaña fuera vulnerable a los ciberataques.

En conclusión, la AI transformará las campañas electorales, permitiendo una segmentación y personalización de votantes sin precedentes, brindando a los candidatos y partidos políticos nuevas herramientas para comunicarse con los votantes y expresar sus necesidades e inquietudes. Abordar estos desafíos y riesgos requiere un diálogo abierto y honesto entre los candidatos, los partidos políticos, los reguladores y la sociedad en general sobre cómo se debe y no se debe usar la IA en las campañas electorales. Esto incluye la creación de un marco legal que promueva la transparencia, la explicabilidad, la protección de datos, la equidad y la responsabilidad cuando se utiliza la IA.

También es importante recordar que la IA es solo una herramienta. Por sí solo, no puede resolver los problemas asociados con las campañas electorales, ni puede garantizar elecciones justas y democráticas. Esto requiere un compromiso continuo con los valores democráticos, la educación y la participación cívica. Después de todo, la IA solo es útil si continuamos usándola con responsabilidad.

Espero que te sea útil esta información y nos leamos la próxima semana. Recuerda obtener siempre la información y el asesoramiento legal adecuados antes de tomar cualquier decisión importante. Mientras tanto, sígueme en Twitter como @enrique_pons.

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