El presidente del Barcelona, Joan Laporta, lamentó la ‘invasión’ de seguidores del Eintracht Frankfurt en el Camp Nou, donde el equipo azulgrana cayó sorpresivamente en la vuelta de los cuartos de final de la Europa League (2-3, 3-4 global), una situación que calificó de “vergüenza”.
“Lamento lo que ha pasado y lo que he sentido es vergüenza“, aseguró Laporta en declaraciones en Barça TV al ser preguntado por la multitudinaria asistencia de aficionados alemanes, que superó las 5 mil entradas a las que tiene derecho el club visitante.
El Camp Nou vivió una situación insólita con seguidores del Eintracht repartidos por el estadio más allá de las 5 mil localidades que el Barcelona envió al Eintracht, siguiendo la normativa de la UEFA que obliga a ceder un 5% del aforo a la afición rival.
“Tenemos información de lo que ha pasado. Tenemos que procesarla y tomar medidas”, admitió Laporta, quien indicó que el club tomará “medidas“. Y agregó: “Como barcelonista me siento dolido de lo que he visto porque había muchos aficionados del otro equipo”.
XAVI: ESPERÁBAMOS 70 MIL ‘CULERS’
Xavi, entrenador del Barcelona, también mostró su decepción por la presencia masiva de aficionados alemanes en el Camp Nou: “Es una evidencia que no nos ha ayudado. Esperábamos un ambiente de 70 mil espectadores ‘culers’ y no ha sido así. Parecía una final, con el campo dividido entre aficiones”.
Añadió que “que el club está chequeando lo que ha pasado” y que “está claro que ha sido un error de cálculo, de planificación”, del Barcelona.
“Me siento decepcionado. Lo hemos hablado con los jugadores antes de salir al campo. Era un día para tener un ambiente a favor nuestro, agradezco a los aficionados que han venido”, señaló Xavi.
INSÓLITA INVASIÓN
Ni los más viejos del lugar recuerdan tanta presencia de público visitante en el Camp Nou.
Los aficionados visitantes incluso disfrutaron durante más de veinte minutos después de acabado el partido festejando con sus jugadores aún en el campo.
Durante las horas previas, dos mareas de aficionados del Eintracht, que llegaron al estadio andando procedentes del centro de Barcelona, cortaron algunas arterias principales como la avenida Diagonal.
La presencia alemana fue tan multitudinaria y ruidosa que el Camp Nou, en varios momentos, se convirtió en un reflejo del Waldstadion. Los jugadores del Barça hasta tuvieron que aguantar una sonora rechifla cuando salieron a calentar a media hora del inicio del encuentro.
Se pudieron ver camisetas blancas en todos los rincones del estadio, incluida la tribuna. De hecho, en algunas zonas, como en el córner izquierdo del gol sur, se formaron grandes grupos de aficionados del Eintracht.
La situación cambió cuando se fueron llenando el resto de localidades disponibles con aficionados azulgranas, que dejaron un aspecto de gran noche en el Camp Nou. Los seguidores ‘culers’, ante el desconcierto de lo que se estaba viviendo, intentaron revertir la situación animando sin descanso a su equipo desde antes del inicio del partido.
Así, se intentó cantar el himno del Barça ‘a capela’ en los minutos previos, que también fue silbado por los aficionados del Eintracht. Pero una vez iniciado el encuentro los cánticos locales, comandados por la grada de animación, lograron imponerse en general a los de los seguidores del Eintracht en el primer tiempo.
‘PROTESTA’
Precisamente, la grada de animación decidió retirarse durante los primeros 10 minutos del segundo tiempo como señal de protesta por lo que estaba ocurriendo en el feudo azulgrana.
El Barcelona se dio cuenta el miércoles de la situación peligrosa que se estaba originando, pese a no permitir la compra de entradas con IP o tarjeta de crédito de procedencia alemana, además de cerrar la venta de entradas en las taquillas del Camp Nou. Fue demasiado tarde.
Con información de EFE
