Para el Partido Acción Nacional (PAN), el presidente Andrés Manuel López Obrador recae en cortinas de humo para evadir su responsabilidad en el presunto conflicto de interés que pudiera derivarse del caso de las propiedades de Houston donde vivió su hijo José Ramón López Beltrán.
Marko Cortés Mendoza, dirigente nacional del PAN, afirmó que el presidente recurre a este mecanismo para dejar al margen los problemas que enfrenta el país como economía, seguridad y corrupción, derivado de malas políticas de gobierno.
“Es lamentable que el presidente recurra a la distracción y la manipulación, al ataque a periodistas, organizaciones y líderes de oposición, cuando no quiere dar una explicación convincente a los mexicanos sobre la vida de lujos y excesos de sus familiares y cuando no puede dar resultados en economía, seguridad, salud y combate a la corrupción”, dijo Marko Cortés citado en un comunicado del partido.
El dirigente panista hizo alusión a la divulgación de los supuestos ingresos y datos personales de Carlos Loret de Mola, realizada durante la conferencia matutina del viernes 11 de febrero.
En respuesta, el periodista dijo que López Obrador “quiere usar todo el peso del Estado para silenciar al periodismo crítico”.
El gobierno de López Obrador, añadió, es “más corrupto, cínico y sinvergüenza” porque, a pesar de las evidencias, aún no se ha dado una explicación de cómo José Ramón López Beltrán, obtuvo los recursos para vivir en residencias de lujo en Estados Unidos.
En el comunicado del PAN, Marko Cortés señaló que otro de los distractores que ha empleado el presidente para desviar la atención del tema de las casonas de Houston es la propuesta de poner “en pausa” las relaciones de México con España.
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A finales de enero, Latinus y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) revelaron que José Ramón López Beltrán, hijo del presidente, ha vivido en los últimos años en dos casonas en Houston, Texas, cada una con un valor de casi un millón de dólares.
La primera de esas casas, pertenecía a Keith Schilling, quien en ese momento era un alto ejecutivo en Baker Hughes, empresa con contratos vigentes con el gobierno de López Obrador por más de 151 millones de dólares en obras para Pemex y que, además, hoy vende compresores y turbinas para la nueva refinería de Dos Bocas.
