Por Isabella González
Por denunciar corrupción, irregularidades administrativas y falta de transparencia en las compras que hace el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), dependiente de la Secretaría de Energía, dos directivos del organismo fueron despedidos.
Juan Andrés Aspiazu, exdirector general del ININ, asegura que después conocer las acusaciones, Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía, ordenó su salida y la de Víctor Manuel Motta Mercado, director de administración del organismo.
Hoy, dos años y medio después de su despido, ni la Secretaría de la Función Pública ni la Fiscalía General de la República han respondido a Aspiazu sobre sus denuncias y los funcionarios que acusó siguen trabajando en el ININ.
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