El Atlético de Madrid cae ante Granada y ‘detona’ su peor crisis con su cuarta derrota al hilo en LaLiga

Joao Félix hizo el gol del Atlético, pero no evitó la derrota. (Foto: Reuters).
Joao Félix hizo el gol del Atlético, pero no evitó la derrota. (Foto: Reuters).
La cuarta derrota consecutiva del Atlético de Madrid llegó en casa del Granada, que se impuso 2-1 y enciende alarmas en el campeón de LaLiga.

EFE.- El Granada sumó su tercera victoria seguida en casa al vencer este miércoles en el Estadio Nuevo Los Cármenes por 2-1 al Atlético de Madrid, que prolonga su mala racha con su cuarta derrota consecutiva en LaLiga, en un choque que estaba pendiente desde la novena jornada.

En un primer tiempo igualado y entretenido, el portugués Joao Félix adelantó a los visitantes y empató el venezolano Darwin Machís, mientras que en una vibrante segunda parte dejó la victoria en casa un tanto de Jorge Molina ante un Atlético de Madrid que no aprovechó sus ocasiones ni siquiera para empatar.

Lo primero que pasó en el partido (min.2) fue el 0-1, con el que Joao Felix, el mejor del Atlético de Madrid en el choque, quiso darle muy pronto la razón a su técnico, el argentino Diego Pablo Simeone, al apostar por él para que volviera al once.

El luso firmó una gran jugada individual al llegar al balón antes que Germán Sánchez, y aprovechar que Raúl Torrente reculó demasiado, para superar al portugués Luis Maximiano con un colocado tiro desde fuera del área.

GRANADA DE TIEMPO

Reaccionó bien el Granada, con capacidad para sobreponerse y llegando con peligro al área del Atlético de Madrid, primero con un disparo dentro del área de Jorge Molina que no encontró portería y después con una filigrana del colombiano Luis Suárez que acabó despejando la zaga rival.

Machís, muy activo desde el inicio del choque, transformó los buenos minutos locales en el empate (min.17) con una sensacional acción personal cerrada con un derechazo a la escuadra ante el que nada pudo hacer el esloveno Jan Oblak.

El empate en el marcador devolvió también el equilibrio a la cancha, con el Atlético de Madrid igualando la posesión, mejorando con la entrada en juego del francés Thomas Lemar y apretando en los instantes previos al descanso.

REMONTADA

Pese a que el colombiano Luis Suárez tuvo el 2-1 en sus zapatos, las ocasiones más claras en los instantes previos al intermedio fueron del Atlético de Madrid, y todas de Joao Félix, incluido un gol anulado al luso al interpretar el árbitro falta a un oponente en su remate de cabeza que acabó con el balón en la red, una muy jugada protestada por los visitantes y que no fue revisada por el VAR.

En las dos más claras, mandó fuera el esférico tras una asistencia del belga Yannick Carrasco, en una jugada en la que se lesionó el lateral colombiano del Granada Santiago Arias y poco después se topó con un paradón de Maximiano.

El Atlético de Madrid prolongó sus buenos minutos al inicio del segundo tiempo, con Mario Hermoso probando de nuevo a un seguro Maximiano, aunque el Luis Suárez local daba sensación de peligro cada vez que merodeaba por el área o cerca de ella.

Joao Félix, omnipresente, estrelló un derechazo a la hora de juego en el poste, justo antes de que el Granada marcara el 2-1 en una acción validada por el VAR tras señalarse en primera instancia fuera de juego.

Los locales montaron un contragolpe extraordinario que llevó Antonio Puertas; pasó por Luis Suárez antes de que Jorge Molina, a pase medido del cafetero, rematara anticipándose a Oblak.

DRAMA

Simeone trató de reactivar a los suyos con un triple cambio, sacando del campo, entre otros, al uruguayo Luis Suárez, totalmente desaparecido en el partido.

El Atlético de Madrid apretó en el último cuarto del choque en busca de evitar la cuarta derrota consecutiva. Dejó espacios para las peligrosas salidas locales con velocidad. El argentino Ángel Correa tuvo una clarísima ocasión para empatar, pero mandó su volea fuera cuando lo más fácil era marcar.

En plena acometida visitante, y cuando el choque ya entraba en el añadido, también tuvo el 2-2 Cunha, que no aprovechó un rechace de Maximiano.

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