Chavos SATanizados

Por Enrique Pons Franco

Durante esta semana causó revuelo entre la sociedad mexicana el hecho de que, para el 2022, todas las personas mayores de edad en México tendrán la obligación de estar inscritos en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) a cargo del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Visto de otra forma, podría interpretarse que apenas un chavo supere el umbral de la minoría de edad, además de tener que ir a tramitar su credencial en el INE para poder comprar cervezas en el supermercado, o poder vacunarse en México contra la Covid-19 para ir a las fiestas “Tulumninatis“, ahora tendrá también que ir a las oficinas del SAT para que las autoridades fiscales sepan de dónde sacó el dinero para vivir tales placeres.  

En el punto 18 de la exposición de motivos de la iniciativa de reforma el artículo 27 del Código Fiscal de la Federación (CFF), se señala que actualmente no es una obligación contar con RFC a partir de alcanzar la mayoría de edad, y que, a decir del gobierno, dicha clave es solicitada para realizar diversos trámites en México; por ejemplo, un título y cédula profesional. También se expone en dicho documento que esto “facilitará la incorporación al campo laboral y para el ejercicio de actividades económicas”. (No debo negar que, ante tal y pretendida justificación, inmediatamente pensé en el meme de “qué ofertón”).

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Dicho esto, si estás por llegar a la mayoría de edad o tienes hijos que lo harán el próximo año, seguro te preguntarás: ¿Qué puede pasar si no tramitan su RFC?

Bueno, los artículos 79 y 80 del CFF disponen que son infracciones relacionadas con el RFC, no solicitar la inscripción cuando se está obligado a ello o hacerlo extemporáneamente, lo cual puede ocasionar multas que van desde los $3,870.00 a los $11,600.00, salvo cuando la solicitud se presente de manera espontánea, es decir, que no te lo pidió la autoridad. También debo añadir que esas multas pueden ser aplicadas con independencia si llegaste recién a la mayoría de edad o si ya acumulas varios inviernos en tu calendario sin haber solicitado tu inscripción al padrón de contribuyentes.

Ahora bien, ¿es bueno o malo que nos obliguen a estar inscritos en dicho registro fiscal?, ¿cómo funciona en otros países?

Pienso que dicha medida es positiva porque si en algo acierta la justificación de la reforma es que debe crearse una nueva cultura tributaria en nuestro país. Sin embargo, para que esa medida tenga el impacto que se busca, las autoridades fiscales deberán de ampliar los modelos de gestión e inscripción a dicho padrón, pues es por todos conocidos la falta de citas electrónicas para tramites antes las autoridades fiscales. Además, con la obtención de la clave del RFC, los jóvenes podrán obtener también su Firma Electrónica Avanzada (FIEL), la cual hoy constituye el único instrumento de legal tech con reconocimiento oficial ante las autoridades mexicanas para darle certeza y seguridad a los actos jurídicos. 

Por otra parte, el tema de contar con un registro fiscal no es privativo de México. En España, por ejemplo, la obligación de contar con número de identificación fiscal (NIF) surge para cualquier persona física residente o de nacionalidad española, a partir de los 14 años. De hecho, la tendencia seguramente apunta a que los mexicanos debamos contar con un RFC desde que estamos en edad laboral, es decir, a partir de los 15 años.

Por último, debo decirte que algo que agilizaría que las nuevas generaciones de mexicanos mayores de edad pudieran inscribirse automáticamente en el RFC, es que el gobierno utilizara una sola base de datos y que la información no se encontrara dispersa o duplicada, como pasa actualmente.

Nuevamente acudo al caso de España, donde el número de identificación fiscal es el mismo que el DNI (Documento Nacional de Identidad), y que, a su vez, es una especie de CURP (Clave Única del Registro de Población), pero con fotografía y que sirve para casi todo en aquel país, incluso votar en las elecciones. Con ello, se cuenta con un solo documento y con un solo número de registro oficial ante todas las autoridades. Todo ello, evidentemente, mejora todas las relaciones con la administración pública.

Por hoy, ha sido todo. Te espero en Twitter como @enrique_pons y en mi página oficial de Facebook como Enrique Pons Franco. Nos leemos la próxima semana. 

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