El canciller Marcelo Ebrard se reunió este jueves con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, así como con cancilleres de Centroamérica, para hablar sobre la crisis migratoria en la región.
La reunión, que se lleva a cabo en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, sucede horas después de que el enviado especial del gobierno estadounidense a Haití, Daniel Foote, renunciara a su cargo en protesta por el “trato inhumano” que han dado las autoridades de su país a los haitianos en la frontera entre México y Estados Unidos.
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En sus redes sociales, el titular de la SRE indicó que en la reunión estuvo acompañado del jefe de la Unidad para América del Norte, Roberto Velasco, y el embajador de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente.
Dos días antes, Marcelo Ebrard sostuvo una conversación similar, también con Antony Blinken, para abordar el reciente flujo de migrantes haitianos, quienes atraviesan México en busca del “sueño americano”. Al respecto, dijo que la mayoría de estos desplazados proviene de Chile o de Brasil. Casi ninguno de ellos busca quedarse en el país, según Ebrard.
“Un flujo reciente muy notorio, notable, de personas de origen haitiano. Tienen condición de refugiados en esos países… Lo que están pidiendo es que se les deje libre paso para Estados Unidos”, dijo el canciller.
Explicó que los dirigentes de los refugiados en dichos países movilizaron a los haitianos luego de que Estados Unidos extendiera los plazos del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) hasta 2023.
Este programa beneficia a los haitianos que llegaron a la Unión Americana antes del 29 de julio. Sin embargo, según detalló Marcelo Ebrard, los migrantes que se encuentran en las fronteras entre México y Estados Unidos fueron engañados haciéndoles creer que podían obtener la ciudadanía estadounidense.
“Los dirigentes de estos conglomerados de migrantes de Brasil y Chile les dijeron ‘hay que irnos a Estados Unidos rápido para que les den el beneficio de esta disposición’, pero es para personas que ya están en Estados Unidos”, dijo Ebrard.
La región lidia con un flujo migratorio histórico, con 147 mil indocumentados detectados en México de enero a agosto, el triple de 2020, y un récord de 212 mil indocumentados detenidos sólo en julio por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos.
