Griezmann llega renovado al Atlético de Madrid para escribir la segunda parte de las aventuras de ‘El Principito’

Griezmann posa en su regreso al Wanda Metropolitano. (Foto: @Atleti).
Griezmann posa en su regreso al Wanda Metropolitano. (Foto: @Atleti).
Tras su aventura en el Barcelona, Griezmann pisó de nuevo las instalaciones del Atlético de Madrid, donde 'El Principito' siempre fue feliz.

EFE.- Fichado a última hora del último día del mercado de fichajes, el martes 31 de agosto al borde de la medianoche, Antoine Griezmann estrenó este miércoles su segunda etapa en el Atlético de Madrid: otra era que lo expone ‘recargado’ ante el aficionado por su huida al Barcelona en 2019 y lo reafirma frente a Diego Simeone, el técnico que más iluminó al ‘Principito‘ francés.

No ha sido él en el Barcelona. Ni tan determinante ni tan goleador ni tan asistente ni tan transcendente ni tan sonriente como lo fue un lustro en el Atlético de Madrid, cuando cada una de esos rasgos los trasladó al terreno de juego, elevado como uno de los mejores jugadores entonces del mundo, a la estela de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo en los premios individuales, como Balón de Bronce.

De vuelta al conjunto rojiblanco, después de sus tres encuentros internacionales con la selección francesa (75 minutos en el 1-1 contra Bosnia, con gol suyo y los partidos enteros en el 1-1 en Ucrania y el 2-0 a Finlandia, con dos tantos suyos), disfrutó su vuelta al Atlético de hace una semana desde la distancia, desde la concentración de Clairefontaine con Francia, hasta este miércoles, cuando fue el día efectivo de su regreso real al club de Madrid.

En Majadahonda, dos años y cuatro meses después, ‘El Principito’ Griezmann se reencontró con su entrenador, Diego Simeone, la persona que lo reubicó en la delantera para dispararlo hacia sus cotas más altas, en goles, en futbol y en asistencias con el Atlético de Madrid.

EL ABRAZO DE SIMEONE

En su reestreno, el Atlético difundió en sus redes sociales el abrazo de Griezmann con Simeone; el gesto más evidente del reinicio que supone para el delantero -reencontrado con quién más brillo le ha dado- su vuelta al conjunto rojiblanco, con el que este miércoles sólo tuvo sesión de recuperación entre el gimnasio y los ejercicios al margen sobre el césped, tras jugar 90 minutos la noche del martes con Francia.

Después, Griezmann se cortó el pelo -en los días pasados algunos aficionados se lo habían pedido en las redes sociales y esta mañana aún lucía melena y coleta- y acudió al Wanda Metropolitano para continuar con la agenda: se fotografió en el terreno de juego con su nueva camiseta con el número ‘8’, junto a Enrique Cerezo, el presidente del Atlético, y también sentado con Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado, y Andrea Berta, director deportivo, en las oficinas del estadio rojiblanco, del que él es su primer goleador -el día de su inauguración en 2017- y también el mejor: 29 tantos.

Es el regreso a su refugio, a su fortaleza, aunque ha variado la perspectiva. Hay semejanzas, pero también diferencias respecto a su marcha en 2019. Simeone sigue al mando, Griezmann forma parte de su once tipo aún sin haber debutado -con el papel importantísimo que tuvo en el pasado- y continúan Jan Oblak, Koke Resurrección, Stefan Savic, José María Giménez, Ángel Correa…

NUEVOS ROSTROS

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Ya no están, en cambio, ni Diego Godín ni Lucas Hernández ni Filipe Luis ni Juanfran Torres ni Thomas Partey ni Saúl Ñíguez ni Álvaro Morata ni Diego Costa, compañeros en su último curso en el Atlético, como lo fue y lo será de nuevo Yannick Carrasco o Thomas Lemar, cuyo presente no se parece en nada al pasado del extremo galo cuando compartió equipo rojiblanco con Griezmann.

Y se han sumado Marcos Llorente, Joao Félix, Kieran Trippier, Geoffrey Kondogbia, Matheus Cunha o Luis Suárez, compañero en el Barcelona y ahora, de nuevo, en el Atlético, donde Griezmann tiene competencia para la titularidad en un futbolista del talento del atacante portugués o Correa, aunque él, aparentemente, parte desde el once previsible, tan indiscutible como lo fue durante un lustro, cuando marcó 133 goles en 257 partidos entre los años 2014 y 2019.

LA RECONQUISTA DE LA AFICIÓN

Pero el mejor goleador en 47 años del Atlético de Madrid, también el quinto mejor de la historia (sólo tiene por delante a Luis Aragonés, el mejor de todos los tiempos, con 172; Adrián Escudero, con 169, Francisco Campos, con 146, y José Eulogio Gárate, con 136), es un jugador que ha perdido la aprobación -al menos una parte importante- de la grada, que se sintió traicionada entonces, dolida aún, por la marcha del atacante vía cláusula de rescisión al Barcelona en el verano de 2019.

El entonces ‘7’ e ídolo atlético -ahora lucirá el ‘8’- está bajo sospecha para la afición del Atlético desde que decidió irse al club azulgrana, con el que anotó 35 tantos en 102 partidos en dos cursos, más aún con la forma como lo hizo: en una negociación a espaldas de la entidad rojiblanca, según relató ella misma entonces, que comenzó en febrero de 2019, cuando el equipo se jugaba todo en la Liga y en Europa, en los octavos de final contra el Juventus en Turín.

“Hola, atléticos; ya estoy aquí”, proclamó este miércoles sonriente, dos años y cuatro meses después, el atacante desde las redes sociales del club rojiblanco, antes del entrenamiento matutino en la Ciudad Deportiva de Majadahonda y a la espera de la entrevista a los medios del club rojiblanco habitual de los últimos fichajes.

¿Cómo será su recibimiento en el Wanda Metropolitano? Es una duda que perdurará al menos durante una semana y media más, hasta el reencuentro del ‘Principito’ Griezmann con la afición en el siguiente partido del Atlético de Madrid en su casa, el 18 de septiembre contra el Athletic. Antes tiene otra cita, el reestreno ante el Espanyol en el RCDE Stadium.

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