Por: Alina Navarrete / Corresponsal
Bernardo Campos Santos, padre de José Ángel Campos Cantor, uno de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa desaparecidos en 2014, murió la madrugada de este viernes en la Ciudad de México debido a complicaciones de diabetes.
A través de su página oficial, los padres y madres de Ayotzinapa dieron a conocer el fallecimiento de Bernardo Campos, uno de los más activos en la lucha social por la presentación con vida de los jóvenes.
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“Otro compañero más que se nos adelanta. ‘Tio Venado’ no pudo volver abrazar a su hijo. Siete años de lucha en la exigencia de encontrar la verdad y la justicia de nuestros hijos ante la indolencia de los gobiernos en turno. Su cuerpo ya no resistió más. Don Berba, ya no se encuentra entre nosotros, pero seguirá muy presente en nuestra lucha”, expresaron los padres.
Fuentes consultadas por Latinus informaron que el pasado 16 de agosto, los representantes legales de las familias de las estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa dieron a conocer en una reunión que el padre de José Ángel Campos se encontraba grave debido a la Covid-19. Fue trasladado a la Ciudad de México, donde falleció.
Sin embargo, el abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra, informó que Bernando Campos murió “por una complicación de diabetes”.
Campos era originario de Tixtla, Guerrero, donde trabajaba como agricultor y campesino. En sus primeras declaraciones, contó: “Mi hijo se metió a la escuela (en Ayotzinapa) para apoyar a su esposa y a sus dos hijas. Donde quiera que esté, le pido a Dios que no esté sufriendo”.
Se trata del cuarto integrante del grupo de padres y madres de los normalistas desaparecidos que muere antes de que se resuelva el caso.
El 24 de agosto pasado, se reportó que Saúl Bruno Rosario, padre de Saúl Bruno García, falleció, pero no se dieron detalles. En febrero de 2018 murió Minerva Bello Guerrero, madre de Everardo Rodríguez Bello, y en diciembre del mismo año, también se reportó el deceso de Tomás Ramírez Jiménez, padre de Julio César Ramírez Nava, uno de los tres estudiantes que fueron asesinados la noche del 26 de septiembre del 2014 en Iguala.
El próximo 26 de septiembre se cumplen siete años de los ataques en Iguala, que dejaron un saldo de seis personas asesinadas, entre ellas tres normalistas de Ayotzinapa, mientras que otros 43 estudiantes fueron víctimas de desaparición forzada.
