El ultraconservador Ebrahim Raisí tomó posesión este jueves como nuevo presidente de Irán ante el Parlamento para un mandato de cuatro años, en el que tiene por delante numerosos retos en el plano local e internacional.
La ceremonia se celebró dos días después de que Raisí fuera ratificado en el cargo por el líder supremo de Irán, Alí Jameneí. El ultraconservador ganó las elecciones presidenciales de junio pasado con casi el 62% de los votos.
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Al acto de toma de posesión de Ebrahim Raisí como octavo presidente de Irán acudieron las principales autoridades políticas, legislativas y judiciales iraníes, así como representantes de más de 70 países.
Raisí ha dicho que no negociará sobre el programa de misiles balísticos de Teherán, el cual fue avalado por su antecesor. Él defiende la noción de una “economía de resistencia”, con el que busca que la economía de Irán sea independiente de las fuerzas externas.
Raisí nació en 1960 y es descendiente de familia religiosa chií, por lo que predica bajo los lineamientos del profeta Mahoma. Su formación se basó en la religión antes de estudiar en un máster postgrado en Derecho Privado y con un doctorado en Jurisprudencia y Derecho Privado.
Comenzó en el mundo laboral como fiscal en una ciudad pequeña de Irán hasta que en 1985 se volvió sustituto del fiscal de Teherán, la capital del país. Tres años después formó parte del comité que supervisó las ejecuciones de presos políticos.
Raisí sucederá a Hassan Rouhani por los próximos cuatro años. Este último llamó la atención el domingo pasado al reconocer que su gobierno en ocasiones “no dijo parte de la verdad” a su pueblo. Rouhani estuvo ocho años al frente de Irán.
“Lo que le dijimos a la gente no fue contrario a la realidad, pero no le dijimos parte de la verdad a la gente porque no lo encontré útil y temí que dañara la unidad nacional”, dijo Rouhani en su última reunión de gabinete como presidente.
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No dio más detalles sobre lo que quiso decir con sus comentarios. Sin embargo, durante su mandato, la Guardia Revolucionaria paramilitar de Irán derribó por error un avión comercial y mató a 176 personas a bordo en enero de 2020, lo que el gobierno se negó a reconocer durante días hasta que las naciones occidentales hicieron públicas sus sospechas.
Rouhani, un relativamente moderado dentro de la teocracia de Irán, insistió en que él y sus funcionarios hicieron todo lo posible. “Si tuvimos un defecto, pedimos disculpas a la gente y les pedimos perdón y misericordia”, dijo Rouhani.
Los comentarios del presidente Hassan Rouhani, transmitidos por la televisión estatal, se produjeron cuando los funcionarios de su gobierno parecían sin rumbo en los últimos meses en medio de una serie de crisis que van desde la pandemia de coronavirus hasta sequías abrasadoras que alimentan las protestas civiles.
Después de comparecer unos días antes para que el líder supremo, el ayatolá Ali Jameneí, le diera una conferencia sobre sus fracasos en las negociaciones nucleares, los comentarios de Rouhani parecían dirigidos a reconocer los problemas que enfrentó su gobierno en sus últimas horas.
Con información de AP y EFE.
