AP.- Un incendio forestal impulsado por el viento arrasó una ciudad montañosa del norte de California, dejando gran parte en cenizas mientras las cuadrillas de bomberos se preparan para un aumento de llamas.
El incendio ‘Dixie’, avivado por una vegetación completamente seca y ráfagas de 40 millas por hora (64 kilómetros por hora), arrasó anoche con la ciudad de Greenville, en el norte de Sierra Nevada. Una estación de servicio, un hotel y un bar se encontraban entre las estructuras destruidas. Esta ciudad data de la era de la fiebre del oro de California y tiene algunos edificios con más de un siglo de antigüedad.
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“Hicimos todo lo que pudimos”, dijo el portavoz de bomberos de Greenville Mitch Matlow. “A veces simplemente no es suficiente”.
Cuando aumentó el incendio, la Oficina del Sheriff del Condado de Plumas emitió una publicación en Facebook advirtiendo a los aproximadamente 800 residentes de la ciudad de Greenville: “¡Están en peligro inminente y deben irse ahora!”
Este incendio forestal lleva tres semanas y es el más grande del estado con más de 435 millas cuadradas (mil 126 kilómetros cuadrados), quemando docenas de casas a su paso.
Al principio de la semana, unos 5 mil bomberos habían avanzado en el incendio, protegiendo algunas casas y vegetación. También lograron rodear un tercio del perímetro para contener la expansión del fuego.
Se ordenaron más camiones de bomberos y excavadoras para reforzar la lucha, dijo el portavoz de bomberos Mitch Matlow. Ayer, el fuego creció en miles de acres y se ordenó el desalojo de 4 mil personas más, lo que elevó la cifra a 26 mil 500 habitantes de varios condados amenazados por el fuego.
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Se espera que el incendio continúe este jueves por la noche debido a las condiciones climáticas de alta temperatura, baja humedad y ráfagas de vientos.
Los árboles, la hierba y la maleza están tan secos que “si cae una brasa, está prácticamente garantizado que iniciará un nuevo incendio”, dijo Matlow.
Se espera un clima de riesgo similar en todo el sur de California, donde se emitieron avisos y advertencias para las zonas cercanas a valles, montañas y desiertos del estado.
Las olas de calor y la sequía histórica ligadas al cambio climático han hecho que los incendios forestales sean más difíciles de combatir en el oeste de Estados Unidos.
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Los científicos dicen que el cambio climático ha hecho que la región sea mucho más cálida y seca en los últimos 30 años y provocará que el clima sea más extremo, por lo que los incendios forestales serán más frecuentes y destructivos.
Más de 20 mil bomberos y personal de apoyo están luchando contra 97 grandes incendios forestales activos que cubren 2 mil 919 millas cuadradas (7 mil 560 kilómetros cuadrados) en 13 estados del país , de acuerdo con el Centro Nacional Interagencial de Bomberos.
