Reuters.- Las ventas de viviendas en Estados Unidos cayeron por cuarto mes consecutivo en mayo, una tendencia que podría persistir por un tiempo, ya que los constructores no pueden entregar más casas debido al costo de la madera.
El descenso de las ventas notificado este martes por la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios se concentró en el área de la vivienda unifamiliar, que se había beneficiado de la migración desde las ciudades, ya que millones de estadounidenses buscaron alojamientos más espaciosos para oficinas domésticas y educación durante la pandemia de la Covid-19.
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Las ventas de viviendas existentes cayeron 0.9% a una tasa anual desestacionalizada de 5.8 millones de unidades el mes pasado. Economistas encuestados por Reuters pronosticaron que bajarían a una tasa de 5.72 millones de unidades en mayo.
Las ventas de viviendas usadas, que representan el grueso en Estados Unidos, aumentaron 44.6% en términos interanuales. Sin embargo, el alza está distorsionada por el desplome de las ventas en mayo de 2020, cuando la economía se tambaleaba por las restricciones para frenar la primera oleada de casos de Covid-19.
La mediana del precio de la vivienda existente se aceleró 23.6% desde hace un año a un máximo histórico de 350 mil 300 dólares (7.15 millones de pesos, al tipo de cambio actual) en mayo, y las ventas siguieron estando sesgadas hacia las viviendas más grandes y caras.
Las ventas de viviendas unifamiliares, la mayor área del mercado inmobiliario, cayeron 1.0% hasta un ritmo de 5.08 millones de unidades, el más bajo desde junio pasado.
Altos precios de la madera frenan al sector inmobiliario de EU
Una de las principales materias primas para la construcción de casas en Estados Unidos es la madera, que tras la aplicación de los estímulos económicos por parte de ese gobierno para salir de la crisis sanitaria propició un aumento en su demanda que terminó por llevarlo a precios máximos históricos y frenar las nuevas construcciones.
El encarecimiento de la madera es factor para que la construcción de casas perdiera velocidad lo que a su vez incrementó los precios de los inmuebles existentes, por lo que ha inhibido a los posibles compradores por los altos pagos que se han establecido en su adquisición.
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El precio de la madera tiene un alza, desde que comenzó la pandemia, de 220%, pero llegó a subir en los primeros meses de este año hasta un 371%, costo que indudablemente se traslada a los constructores.
Las ventas ahora están retrocediendo a sus niveles anteriores a la pandemia.
“Cada vez está más claro que el crecimiento récord de los precios y la escasez persistente de viviendas disponibles están empezando a obstaculizar a los posibles compradores de viviendas”, dijo Matthew Speakman, economista de Zillow. “Sigue siendo difícil recuperar el impulso al volumen de ventas de finales del año pasado“.
Con información de Reuters.
