Cuando parecía que la conducta de la afición que se dio cita en el estadio de los Broncos de Denver para ver la Final de la Nations League entre Mexico y Estados Unidos, el grito “Ehhh, puto” apareció en el tiempo de compensación.
Corría el minuto 96, cuando el silbante se vio obligado a suspender momentáneamente el partido, haciendo cumplir el paso uno del protocolo de la FIFA.
El episodio se suscitó después de un conato de bronca entre los jugadores de México y Estados Unidos, tras una fuerte entrada de Héctor Herrera sobre el guardameta de las barras y las estrellas.
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El árbitro juntó a los jugadores de ambos equipos en el medio campo, mientras el sonido local del estadio invitó a la afición a comportarse y no hacer el grito homofóbico para evitar una decisión más drástica.
Después de cinco minutos de paro obligatorio, el silbante reanudó las actividades, para dar por concluido el tiempo regular. Durante los tiempos extras ya no se escuchó el grito homofóbico, pero una vez más, la afición mexicana puso en riesgo el resultado del Tri en el terreno de juego.
