Barcelona volvió a fallar. Pese a ir ganando 0-2 y 2-3, se dejó empatar (3-3) por el Levante gracias al conformismo de su técnico Ronald Koeman, con lo que sus posibilidades de ganar el título de Liga prácticamente se esfumaron con dos partidos por disputar.
La primera parte fue un monólogo azulgrana que en varios pasajes no tuvo claridad hasta que apareció Lionel Messi al minuto 25’. Centro de Jordi Alba por izquierda y tras un desvío con la cabeza de un defensa, el balón le quedó al argentino, que lo prendió de aire para abrir el marcador.
El Levante solo tuvo algunas insinuaciones pero ninguna llegada que inquietara de sobremanera al guardameta Marc-André Ter Stegen, con lo que parecía cuestión de tiempo para que cayera el segundo.
Y aumentó la ventaja del Barça por medio de una acción que nació en los pies de Messi, que filtró una pelota para Ousmane Dembélé, éste llegó a línea final y centró a la llegada de Pedri –que había fallado un gol increíble– para que solo diera el pase a la red para el 0-2 al 34’.
Todo el panorama relajado y de día de campo que tuvo el Barcelona en la primera parte dio un giro en el complemento, y apenas en 14 minutos el Levante demostró el corazón que tiene y con Gonzalo Melero y José Luis Morales puso el 2-2 ante fallas inverosímiles de la zaga azulgrana. Primero Sergi Roberto y después un balón perdido por Messi en la salida que la defensa no supo corregir.
Sin embargo, los culés retomaron la ventaja con un gol de Dembélé, pero a partir de ese 2-3, el técnico Ronald Koeman apostó por cuidar su gol amontonando defensas y en el pecado llevó la penitencia.
El recién ingresado Serginho Dest perdió su marca, vino un centro y Sergio León al 83’ puso el 3-3 definitivo que entierra las posibilidades del Barcelona de pelear por La Liga, aunque las matemáticas le den una ligera esperanza.
Ni con un partido más pudo catapultarse al liderato, con lo que la lucha por el título después de esta jornada puede ser cosa de dos entre Atlético y Real Madrid.
