De Paola Espinosa a Alex Morgan, las madres que estarán en Tokio 2020

Paola Espinosa y su hija Ivana. (Foto: Mexsport).
Paola Espinosa y su hija Ivana. (Foto: Mexsport).
Este 10 de mayo recordamos a algunas de las atletas que son madres y que competirán en Tokio 2020, todas con grandes historias de éxito.

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, aplazados un año por la pandemia de Covid-19, son esperados impacientemente por los atletas y aficionados, pese a todas las adversidades que enfrenta la máxima justa del deporte, pero entre todas las historias que se contarán ahí, hoy, con motivo del 10 de mayo, recordamos a las madres de México y el mundo que prometen brillar en Japón.

Hay muchos casos, indudablemente, pero entre tantas historias destacan algunas por su esmero y entrega en sus respectivos deportes, con el esfuerzo y dedicación extra que implica ser madres

PAOLA E IVANA

Uno de los casos más representativos es el de la clavadista mexicana Paola Espinosa, quien buscará en Tokio 2020 su tercera medalla olímpica, aunque lamentablemente su sueño de conseguirla con su hija Ivana en las gradas no será posible.

Paola es una inspiración para perseguir los sueños, ya que sabe combinar todas sus responsabilidades y consigue destacar además como deportista de alto rendimiento.

“Como deportista, mi sueño es verme en el trampolín en Tokio, Japón; que mi hija esté viendo a una mamá valiente, una mamá fuerte que se está enfrentando a millones de ojos en todo el mundo y que está tratando de hacer lo mejor que puede haciendo un buen clavado”, comentó Paola recientemente.

No hay éxito sin sacrificio, y para Paola fue muy importante el apoyo familiar. “Todo lo utilicé a mi favor, muy rápido llegué a tener competencias internacionales, desde muy chica comencé a competir en selectivos o en campeonatos nacionales de primera fuerza; a los 15 o 16 años empecé a competir, a los 17 años fueron mis primeras olimpiadas, la evolución fue muy rápida y la verdad es que sí pasé unos días difíciles, pero cuando tú tienes eso en la mente, nadie te lo quita y yo soy una persona muy terca, puedo decir que en mi carrera tengo medallas en cualquier lado que me he parado a competir”, señaló.

La maternidad cambió su manera de ver el mundo, pero también la de prepararse, algo que experimentó tras contagiarse de Covid-19 el año pasado.

“Para mí en lo particular fue un golpe muy duro, ya estaba lista para representar a México, para dar lo mejor de mí en esos Juegos Olímpicos, venía de ganar un tercer lugar mundial después de haber sido mamá, me repuse y seguí adelante”, dijo, aunque luego lidió con la incertidumbre de pasar un año sin competir.

“No supe cómo reaccionar, cómo controlarlo, lloré, me enojé, no sabía si seguir entrenando o no, era algo muy incierto para mí; con el paso del tiempo, descubrí que si algo me había enseñado el deporte es a adaptarme a cualquier circunstancia y eso fue lo que hice, adaptarme y cuidarme, cuidar a mi hija, a mi esposo y no dejar mi sueño atrás, tener latente el sueño de llegar a los Juegos Olímpicos en Tokio, porque quiero ser medallista”, comentó.

ILSE, FERNANDA Y DANA

La marchista mexicana Ilse Ariadna Guerrero Rodarte competirá en la prueba de 20 kilómetros, impulsada por el amor de sus hijas, Fernanda y Dana.

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Ilse Ariadna competirá en la prueba de marcha de 20 kilómetros en Tokio 2020. (Foto: MexsportI).

Compaginar sus actividades resulta complicado, principalmente por la distancia que debe poner con sus hijas para prepararse. “El momento más difícil que enfrento a lo largo de mi carrera ha sido dejar a mis hijas e irme para ser mejor y para superarme, entrenar lejos, no estar con ellas. Ha sido muy doloroso para mí porque en ciertos momentos siento que no puedo más”, confesó la atleta a Marca.

Ilse ocupó el cuarto lugar en la prueba de los 20 kilómetros femenil de los Juegos Panamericanos de Lima, con lo que aseguró la marca para Tokio. Insiste en que Fernanda y Dana son el motor para no voltear hacia atrás, luego de resentir las consecuencias del retraso de un año de todas las competencias. 

“Creo que eso es lo que me ha hecho fuerte, aprender a enfrentar todo este tipo de cosas me ha hecho madurar bastante. Considero que eso es lo más difícil que he enfrentado, el estar lejos de mis hijas; ellas son mi mayor motivación y mi mayor fuerza en la vida”. 

La ilusión de Ilse como madre y atleta es transmitir esas enseñanzas a sus hijas para que ambas crezcan con los valores combinados con la disciplina y el deporte: “Enseñarles que todo sueño se hace realidad si uno trabaja. Enseñarles que por más difícil sea el reto, no hay que rendirnos”. 

“Como mujer en el deporte quiero transmitirles a todas las personas, sobre todo jóvenes, que cuando se tiene un sueño grande luchen por él, trabajen día a día por lograrlo, ya que todo sueño se hace realidad si lo deseas con todas tus fuerzas y sobre todo, si tienes fe y esperanza en que lo vas a lograr”.

El receso por la pandemia, no detuvo a la deportista en sus aspiraciones.

“La pandemia fue bastante difícil, ya que no había competencias, no sabíamos qué iba a pasar si podríamos competir, pero el objetivo siempre fue mejorar, trabajar duro para estar en Juegos Olímpicos, ya que mi meta más grande es poner en lo más alto el nombre de México”.

“Lo que me inspira al máximo son mis hijas, ellas son mi mayor motivación, ya que no me dejan caer, siempre tienen sonrisas para regalarme y palabras que me dan fortaleza; ‘mamá, tú eres la mejor y quiero ser fuerte como tú, te amamos´. También me gusta motivar a más personas a no rendirse, a que sigan adelante, que vean que todo se puede lograr”.

ÚRSULA Y KARINA

La maratonista mexicana Úrsula Sánchez entiende bien lo que significa el sacrificio de ser madre para una deportista de alto rendimiento y ya tiene su boleto a Tokio 2020 asegurado. Aunque el nacimiento de su hija le impidió acudir a Río 2016, por lo que tiene una mayor motivación para destacar en Japón.

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Úrsula competirá en la prueba de maratón. (Foto: @sanchez_urzula).

“Los tiempos de Dios siempre son perfectos. Quedé embarazada en el proceso olímpico pasado, entonces lo perdí por completo, pero en vez de unos Juegos Olímpicos de 2016 tuve una hija que es incomparable, creo que fue mi medalla”, dijo Úrsula a Reforma acerca de su hija, Karina, que hoy tiene 5 años de edad.

“Creo que (el embarazo) fue un momento justo. Siempre hay que ponernos a pensar en el por qué fue y todo es por y para algo. Si mi hija es causante de todo esto ahora (clasificar a Tokio) y fue mi fortaleza para salir adelante y luchar por mis sueños, pues entonces por eso está aquí y lo estoy logrando”, añadió.

A sus 33 años, suele recordar que su parto natural le demostró que puede resistir el dolor. “La fuerza que te da un hijo, el hecho de parir, si aguanté el dolor, ¿qué me puede pasar si corro dos pruebas con un día de diferencia?”, dijo.

Úrsula Patricia Sánchez fue campeona centroamericana en Barranquilla 2018 en la prueba de 10,000 metros.

JANE Y JOY

En Tokio 2020, Jane Valencia representará a México por primera vez en unos Juegos Olímpicos, en lucha, pero su camino fue muy sinuoso, luego de que se convirtiera en madre. 

Su camino en el deporte es largo, pero ha mostrado una tenacidad que le impide rendirse. Tras no clasificar a Londres 2012 por su poca experiencia, Jane se preparó mejor para los torneos previos de Río 2016. En los Juegos Centroamericanos de Veracruz 2014 conquistó el oro, mientras que en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, escribió por primera vez su nombre en la historia del deporte mexicano al ganar la única medalla de lucha femenil que tiene México.

Volvió a fallar en la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río 2016, tras quedar tercera en los mundiales de la especialidad.

Entonces se enfocó en terminar sus estudios como Médica Cirujana, formó una familia junto al luchador puertorriqueño Jaime Espinal, y se convirtió en mamá de la pequeña Joy.

Jane y Jaime, con la pequeña Joy, (Foto: jane.vaes).

El sueño siguió vivo y lo cumplió. En 2019 retomó su carrera en la lucha y regresó a las competencias, pero tuvo que preparase peleando exclusivamente contra hombres.

“Me aceptan en un cachito de espacio de sus colchones. Al principio fue difícil, no todo el mundo quiere entrenar con una mujer, no saben si voy a tener la capacidad o si voy a mostrar debilidad o no. Entonces fueron poniéndome a prueba y eso hizo sacar más mi carácter”, dijo.

Así, en el Campeonato Panamericano de Ottawa, celebrado en marzo de 2020, Jane Valencia Escoto conquistó su pase a los Juegos Olímpicos de Tokio. 

ONA Y KAI

La nadadora española Ona Carbonell se benefició del aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio, ya que el año pasado se convirtió en madre de Kai. Eso le permitirá estar en sus terceros Juegos consecutivos: “Ir un año después de parir es muy difícil, pero me hace mucha ilusión. Tuvimos reuniones durante el embarazo para ver cómo hacerlo y al mes y medio de nacer mi hijo ya estaba entrenando”, reconoce.

A pesar de todas las dificultades, Ona lo tenía claro: “Llevaba tiempo queriendo ser madre, aunque la conciliación en el deporte de élite no es como debería ser y hay muchas adversidades”, dijo la nadadora que competirá en Tokio 2020 por España.

“Por ejemplo, en un equipo de futbol masculino la mayoría son padres, y en cambio, en uno femenino casi nunca hay una madre”, reflexiona. En su opinión, “faltan ayudas” y, también, confianza en saber que se puede ser madre y seguir compitiendo por medallas. “Muchas mujeres no dan el paso por miedo a no volver a ser la misma. Ahora bien, todo se vuelve más difícil, y lo peor no es el entrenamiento, es la recuperación, que no existe. Estoy sacándome leche, que es un desgaste muy grande, y durmiendo muy poco. Mi vida ha cambiado muchísimo y el apoyo es fundamental”.

BLANCA Y NOAH

Blanca Manchón buscará una medalla en Tokio 2020 para España, en la regata, a pesar de los obstáculos que encontró tras convertirse en madre. El nacimiento de su hijo Noah, quien nació en 2016, le costó perder patrocinios, a pesar de ser la regatista española más joven en unos Juegos, varias veces campeona del mundo y otras tantas de Europa. 

Blanca compagina su pasión, el windsurf, con ser madre. “Quedarse embarazada siendo deportista de élite todavía es un problema. Desde el 2016 no ha cambiado absolutamente nada. Yo tuve la suerte de que luego conseguí resultados y llegaron nuevos patrocinadores. Pero esa primera competición la tuve que pagar yo. En general, las ayudas económicas son mínimas”, explica. 

Ahora, su hijo Noah se ha convertido en su compañero de viaje a todas las competiciones: “Cuando eres mamá dependes mucho de tu hijo. Por la alimentación o por si se pone malito, por ejemplo, que se te para el mundo. Es muy sacrificado, pero se puede compaginar”, opina. A Tokio, en cambio, tendrá que viajar ella sola por las restricciones del covid. “A nivel psicológico va a ser duro”, confiesa.

ALICIA Y MATHILDA

La jugadora de rugby Alicia Quirk esperaba el año pasado perseguir el oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero ahora se acerca a su primer Día de la Madre con un premio mucho mayor en su poder.

Las esperanzas de Quirk de ganar medallas de oro olímpicas consecutivas se suspendieron en 2020. Eso la llevó a aprovechar el descanso de competir para perseguir su otro sueño de toda la vida: la maternidad.

“En ese momento, sentí que mi sueño de perseguir una medalla de oro doble y retirarme en una altura increíble se derrumbó”, dijo Quirk desde Tokio.

“Por más difícil que sea ver a todos quedarse sin las Olimpiadas este año, estaré eternamente agradecida y orgullosa de que hayamos tomado esa decisión y de que tengamos a nuestra pequeña aquí ahora”.

Jugar para Australia es un trabajo profesional a tiempo completo que implica entrenar día tras día y viajar por todo el mundo durante todo el año para competir. 

“No fue una decisión tomada a la ligera cuando se pospusieron los Juegos Olímpicos; aunque un sueño quedó en suspenso, no tuve que dejar otro en suspenso. La Covid-19 fue un pequeño rayo de luz para nosotros”, dijo Quirk.

Con los Juegos Olímpicos congelados, pudo mudarse a Japón, donde su esposo todavía juega al rugby.

“Antes de tener a [su hija] Matilda, fácilmente hubiera dicho que ganar la medalla de oro en Río [Juegos Olímpicos de 2016] fue el mejor momento de mi vida”.

SERENA Y OLYMPIA

Aunque todavía no es oficial su boleto, Serena Williams seguramente estará en Tokio 2020 por primera vez como madre. La máxima estrella del tenis ganó el Abierto de Australia 2017 mientras estaba embarazada de dos meses de su hija Olympia. La 23 veces campeona de Grand Slam no ha ganado un título de Grand Slam desde que dio a luz. Pero terminó subcampeona en Wimbledon 2018, U.S. Open 2018, Wimbledon 2019 y U.S. Open 2019. Olympia seguramente la verá en su mejor nivel en Tokio.

OKSANA Y ALISHER

El hijo de la gimnasta Oksana Chusovitina, Alisher, será mayor que muchos de los competidores de Chusovitina en los Juegos de Tokio 2020, mientras su madre romperá récords.

Él tiene 20 años. Ella tiene 44 años y está lista para romper su propio récord con una octava aparición en gimnasia olímpica.

Chusovitina ya era la de mayor edad tras Río, por lo que se convertirá en la gimnasta olímpica de mayor edad de la historia.

Ha competido por la Unión Soviética, el Equipo Unificado, Alemania y (actualmente) Uzbekistán.

ALEX Y CHARLIE

La pandemia también le dio oportunidad a Alex Morgan, delantera estrella de la selección de futbol de Estados Unidos, de entregarse por completo a la maternidad. 

Morgan cuenta con todo el apoyo del Orlando Pride, su club. Gracias a un cuidador asignado llevó a su hija Charlie a todos los partidos de la selección nacional de Estados Unidos este año. Pero seguramente no tendrá las mismas facilidades en los aplazados Juegos Olímpicos de Tokio 2020 para atender igual su rol de madre.

La delantera aún no sabe si los niños o los cuidadores podrán viajar a los Juegos Olímpicos debido a las restricciones de COVID-19. Si el Comité Olímpico Internacional prohíbe a los niños y miembros de la familia, Morgan deberá dejar a Charlie en casa con su esposo, Servando.

“Es importante permitir que las madres tengan la opción de tener a sus hijos con ellas mientras compiten”, dijo Morgan. “He tenido suerte de poder hacer eso con cada campamento y partidos con Charlie. Es increíblemente importante sentirse apoyada como madre. Espero seguir sintiéndome así de cara a los Juegos Olímpicos”.

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