El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lamentó la muerte del oficial de la Policía del Capitolio que fue atacado el viernes por un hombre que lo atropelló en una barricada frente al recinto legislativo, y ordenó que las banderas de la Casa Blanca ondeen a media asta.
En un comunicado, Biden dijo que estaba “desconsolado” al enterarse del violento ataque en un retén de control en el área del Capitolio de Estados Unidos, que llevó al fallecimiento del oficial William Evans y dejó a otro agente hospitalizado.
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El presidente y la primera dama, Jill Biden, enviaron condolencias a la familia de Evans y personas cercanas al oficial, y reconocieron “lo difícil que ha resultado este momento para el Capitolio, para todos los que trabajan allí y para quienes lo protegen”.
“Quiero expresar la gratitud de la nación a la Policía del Capitolio, la Fuerza de Respuesta Inmediata de la Guardia Nacional y otros que respondieron rápidamente a este ataque”, escribió el presidente Biden. “Mientras lamentamos la pérdida de otro valiente oficial de la Policía del Capitolio, he ordenado que las banderas de la Casa Blanca ondeen a media asta”.
El mensaje del mandatario hizo eco al de varios congresistas que este viernes lamentaron lo ocurrido en las inmediaciones del Capitolio. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, igualmente dio instrucciones para que las banderas del complejo ondeen a media asta, mientras que el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, agradeció la labor de los oficiales y del personal de emergencia que respondió a la escena.
La legisladora demócrata Amy Kloubuchar, en esa misma línea, destacó que los “valientes hombres y mujeres de la Policía del Capitolio arriesgan sus vidas todos los días para proteger el corazón de la democracia”.
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Este ataque al Capitolio llegó casi tres meses después de que una turba de insurrectos asaltó el edificio mientras los legisladores estaban reunidos para certificar el triunfo electoral de Biden en los comicios de noviembre. Cinco personas murieron por los disturbios el pasado 6 de enero, entre ellas el oficial Brian Sicknick.
