Previo al asalto del 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos, la policía del recinto ya tenía información de posible violencia ese día, pero no se preparó para el ataque, según un informe rescatado por medios estadounidenses.
Las autoridades del Capitolio no actuaron con base en la información que sugería que los manifestantes que protestaron horas antes podrían estar armados y planeaban atacar el Congreso, según un informe del inspector general del departamento, obtenido por CBS News.
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El informe, con fecha del 1 de marzo, señala que hubo “múltiples deficiencias” e incapacidad del departamento para difundir la información, que estaba disponible desde el 30 de diciembre y sugería que los manifestantes podrían “estar inclinados a volverse violentos”.
“UCSP no preparó un plan integral para todo el Departamento para las manifestaciones planeadas para el 6 de enero de 2021”, escribió el inspector general de la policía del Capitolio, Michael Bolton.
El informe señala además que el departamento no transmitió “información relevante obtenida de fuentes externas”, incluido un memorando de la división de Norfolk del FBI antes del ataque que advirtió sobre el “potencial de violencia” en la protesta el 6 de enero.
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No obstante, a última hora de la noche del 5 de enero, un oficial de inteligencia de la Policía del Capitolio sacó el memorando del sistema del FBI y lo envió por correo electrónico internamente, según CBS News.
El ataque del 6 de enero llevó a la muerte de cinco personas, incluido un oficial de la policía del Capitolio. Los hechos ocurrieron después de un mitin del expresidente Donald Trump frente a la Casa Blanca, en el que instó a una multitud de sus partidarios a “luchar como demonios” contra los resultados electorales.
Mientras la violenta turba tomaba por asalto el complejo, el entonces presidente emitió un video reiterando sus denuncias de fraude y ofreciendo un aparente discurso a favor de los manifestantes: “Los queremos, ustedes son gente muy especial”.
