AP.- La policía Bangkok, capital de Tailandia, utilizó cañones de agua, gases lacrimógenos y balas de goma para disolver una manifestación este sábado a favor de la democracia, donde se pedía la liberación de los activistas detenidos, cambios constitucionales y reforma de la monarquía del país.
La manifestación celebrada frente al Gran Palacio de Bangkok fue una continuación de las protestas, lideradas por estudiantes, que iniciaron desde el año pasado, y que han sacudido a las instituciones de Tailandia que se opone ferozmente al cambio, especialmente con respecto a la monarquía.
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Los organizadores de la manifestación habían dicho que planeaban que los protestantes lanzaran aviones de papel con mensajes sobre las paredes del palacio.
Los manifestantes, que sumaban cerca de mil personas, lograron romper una barrera hecha de contenedores afuera del palacio ceremonial. La policía, ubicada detrás de los contenedores ,respondió primero con advertencias y luego disparando cañones de agua y balas de goma. Las fuerzas armadas lograron que la multitud retrocediera y, mientras continuaban las confrontaciones, las personas se disiparon a las 10 pm.
Durante la movilización, los manifestantes arrojaron bombas de humo y petardos gigantes a la policía, y también salpicaron un retrato real con pintura, pero fracasaron en un intento de prenderle fuego, aunque quemaron neumáticos y basura en varios lugares.
El portavoz adjunto de la policía, el coronel Kissana Phathanacharoen, dijo que al menos seis policías resultaron heridos y alrededor de cinco manifestantes fueron detenidos. Los servicios de emergencia de Erawan dijeron que 11 personas en total habían sido enviadas a hospitales.
Kissana dijo que la policía había advertido de antemano que la manifestación era ilegal, pero los manifestantes procedieron de todos modos. Dijo que además de arrojar varios objetos, usaron resorteras para disparar tuercas y tornillos a la policía y los golpearon con varillas de metal. Dijo que la policía había utilizado cañones de agua, gases lacrimógenos y balas de goma de acuerdo con los procedimientos adecuados.
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La manifestación fue convocada por REDEM, una facción de un movimiento de protesta más amplio el año pasado que comenzó con tres demandas centrales: que el primer ministro Prayuth Chan-ocha y su gobierno renuncien, que la constitución sea enmendada para hacerla más democrática y que la monarquía se reforme para que sea más responsable.
REDEM, que significa Restart Democracy, afirma no tener líderes y realiza votaciones en línea para decidir las fechas y actividades de las manifestaciones.
El movimiento agudizó su campaña para centrarse en la monarquía y la ley de lesa majestad de Tailandia, que hace que criticar, insultar o difamar al rey y a algunos otros miembros de la realeza sea punible con hasta 15 años de prisión.
La monarquía ha sido tratada durante mucho tiempo como una institución sagrada en Tailandia y la crítica pública no solo es ilegal, sino que durante mucho tiempo se ha considerado socialmente inaceptable. Mucha gente todavía venera a la monarquía y el Ejército, una de las principales potencias de la sociedad tailandesa, considera la defensa de la monarquía como una prioridad clave.
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A medida que los manifestantes el año pasado intensificaron las críticas a la monarquía, el gobierno respondió acusando a los manifestantes bajo la ley de lesa majestad, y durante el último mes, ocho de ellos fueron encarcelados en espera de juicio.
El movimiento pudo atraer multitudes de entre 20 y 30 mil personas en Bangkok en 2020 y tuvo seguidores en las principales ciudades y universidades. Sin embargo, un nuevo brote de coronavirus a fines del año pasado hizo que suspendiera temporalmente sus actividades y perdió impulso.
