EFE.- El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó este martes sobre el encarecimiento “preocupante” de los alimentos y el combustible en Birmania, en medio de las protestas contra el golpe militar.
En un comunicado, el PMA indicó que la inestabilidad del país afecta a las cadenas de suministro y los mercados, lo que provoca un aumento de los precios de algunos bienes básicos que perjudica especialmente a los más pobres.
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Así, el aceite de palma se encareció hasta un 20% en el área periurbana de Rangún, la mayor ciudad del país, y el precio del arroz, el alimento básico en Birmania, subió una media nacional del 3%, con picos de entre 20% y 35% en dos distritos del estado de Kachin.
El PMA también advierte que el aumento medio del costo del combustible, un 15%, puede acelerar el encarecimiento de los alimentos en medio de las protestas en las que han muerto al menos 149 manifestantes debido a la represión policial y militar.
“Estos signos iniciales son preocupantes, especialmente para los más vulnerables que ya vivían al día”, dijo el director del PMA en Birmania, Stephen Anderson.
“Sumado a la pandemia de Covid-19, si continúan estas tendencias de precios, los más pobres y vulnerables tendrán dificultades para poder alimentar a sus familias”, agregó Anderson.
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La agencia señaló que al encarecimiento de los bienes básicos se suma la casi paralización de los bancos, la ralentización de la llegada de remesas del exterior y la escasez de dinero en efectivo.
El PMA, que suministra dinero y alimentos a unas 350 mil personas en el país, en su mayoría en campos de desplazados, afirmó que está creando un fondo de alimentos en caso de que la situación se deteriore aún más.
Anderson también hizo un llamado al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para que se respete la voluntad de la población expresada en las elecciones del pasado noviembre, una de las reivindicaciones de los manifestantes contra la junta.
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Los militares, que tomaron el poder el pasado 1 de febrero, han dejado como saldo más de un centenar de muertes por la represión de las manifestaciones pacíficas, y mantienen detenidas a más de mil 800 personas, incluida a la líder depuesta del gobierno de Birmania, Aung San Suu Kyi.
