AP.- El campamento de personas migrantes de Matamoros, en Tamaulipas, fue desmantelado este sábado. Los funcionarios del lugar les dijeron a algunos solicitantes de asilo que el gobierno de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, podría reabrir sus casos y que eventualmente podrían cruzar la frontera para seguir con su proceso migratorio.
La nueva apertura para personas previamente negadas se produjo cuando las autoridades mexicanas trabajaban para cerrar el campamento improvisado a lo largo de las orillas del Río Grande que albergó a miles de solicitantes de asilo durante sus más de dos años de existencia.
Lee también: ICE crea mecanismo para que migrantes puedan pedir revisión de sus arrestos
A última hora de la noche del viernes, un funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México informó que los últimos solicitantes de asilo con casos activos del campamento habían sido procesados y el campamento estaba cerrado. A otros con casos de asilo cerrados a quienes se les dijo que sus casos podían reabrirse, se les instó a trasladarse a un refugio. Pero algunos aún permanecieron en el campamento el sábado.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos no respondió a solicitudes de comentarios el viernes y el sábado.
El mes pasado, la Administración Biden comenzó a procesar a los solicitantes de asilo que fueron obligados a esperar el largo proceso desde México durante la administración del expresidente Donald Trump.
El campamento de Matamoros fue uno de los signos más visibles de una política implementada en respuesta al alto número de solicitantes de asilo por una administración que trabajó de diversas maneras para dificultar el acceso al estatus de protección en Estados Unidos.
Te puede interesar: Acusan a familia mexicana de operar una red de tráfico sexual de migrantes en EU
El sábado, Juan Antonio Sierra, que dirige el albergue para migrantes en Matamoros, confirmó que se había comprometido a albergar a los solicitantes de asilo con casos cerrados para que el lugar pudiera cerrarse.
Sierra dijo que el día anterior, la cónsul de Estados Unidos en Matamoros, Yolanda Parra, se reunió con funcionarios de ACNUR, la Organización Internacional para las Migraciones, el Instituto Nacional de Migración de México (INM), Sierra y algunos migrantes. El funcionario reiteró que el gobierno de Estados Unidos evaluaría la posible reapertura de casos cerrados para las aproximadamente 50 personas que permanecieron en el campamento, indicó.
El Departamento de Estado de la Unión Americana remitió las preguntas al Departamento de Seguridad Nacional.
Lee aquí: EU detuvo a casi 100 mil migrantes en la frontera con México durante febrero
“Los iba a llevar a la Casa del Migrante hasta que estuviera seguro de que iban a cruzar”, aseveró Sierra. El objetivo, agregó, era evitar que nuevas personas llegaran al campamento y asegurar que los que aún estaban allí solo cruzarían la frontera cuando estuviera claro que sus casos serían reabiertos y evitar que fueran deportados de inmediato.
“Están tratando de reabrir (los casos)”, indicó Sierra. “No vas a enviar a una persona para que la deporten a su país”. Pero los migrantes estaban tan desesperados que “querían irse sin garantías”, dijo.
Cuando se le preguntó si la noticia de los casos reabiertos podría atraer a más personas a la frontera, el reverendo Francisco Gallardo, quien está a cargo del refugio, señaló que “la avalancha ya está aquí, está llegando mucha gente”. Advirtió que podría volverse más complicado, porque había señales de que se formaría un nuevo campamento.
El refugio ya tiene más de 200 migrantes alojados allí.
