AP. – El histórico segundo juicio político del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, comienza este martes, lo que obliga al Senado estadounidense a decidir si lo condena por incitar a la insurrección después de que una turba violenta de sus partidarios atacó el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero.
Aunque se espera que Trump termine absuelto, los demócratas buscarán obtener al menos algunos votos republicanos en el Senado vinculando las acciones del expresidente con una descripción vívida de la violencia que resultó en cinco muertes y forzó a los legisladores a huir por preocupaciones de seguridad.
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Los abogados de Trump dicen que el juicio no debería celebrarse en absoluto porque el expresidente ahora es un ciudadano. Argumentan que él no incitó a la violencia cuando les dijo a sus seguidores que “lucharan como el infierno” para revertir su derrota.
Este es el paso a paso del juicio contra Trump
De acuerdo con lo establecido por la Constitución, la Cámara de Representantes vota a favor de un juicio político y el Senado luego lleva a cabo el proceso por el cargo. Para una condena se necesitan dos tercios de los senadores.
La Cámara de Representantes nombró a nueve gerentes de juicio político que presentarán el caso contra Trump en el Senado. El equipo legal de Trump tendrá el mismo tiempo que ellos para argumentar contra la condena.
El presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos normalmente preside el juicio de un presidente, pero debido a que Trump ha dejado el cargo, el senador demócrata Patrick Leahy presidirá el proceso.
Una vez que los senadores lleguen a una votación final sobre el cargo de juicio político, cada legislador se levantará y emitirá su voto: culpable o no culpable.
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El juicio puede durar varios días
El juicio puede prolongarse por más de una semana. El acuerdo entre los líderes del Senado prevé hasta 16 horas para que tanto los fiscales como la defensa puedan presentar sus argumentos, a partir del miércoles, con no más de ocho horas de argumentos por día. Más tarde, habrá tiempo para que los senadores hagan preguntas y podría haber votaciones de procedimiento adicionales.
El acuerdo indica que el juicio comenzará el martes con cuatro horas de debate sobre si el juicio es o no constitucional. Luego, el Senado votará si desestima el cargo contra Trump. Si esa votación pasa, como se espera, los gerentes de la Cámara de Representantes comenzarán sus argumentos el miércoles y continuarán hasta el jueves.
Es probable que los abogados de Trump comiencen sus argumentos el viernes y terminen el domingo, lo que significa que la votación final sobre la condena de Trump se realizará hasta la semana que viene.
El primer juicio político de Trump, en el que fue absuelto de los cargos de abuso de poder al presionar a Ucrania para que investigara al ahora presidente Joe Biden, duró casi tres semanas. Pero se espera que este sea más breve, ya que el caso es menos complicado y los senadores ya conocen muchos de los detalles, habiendo estado en el Capitolio durante la insurrección.
Y si bien los demócratas quieren asegurarse de tener suficiente tiempo para presentar su caso, no quieren atar al Senado por mucho tiempo. El Senado no puede confirmar a los nominados al gabinete de Biden y seguir adelante con sus prioridades legislativas, como el paquete de alivio por el coronavirus, hasta que se complete el juicio.
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Deben decidir si se permitirán testigos
Por ahora parece poco probable, aunque eso podría cambiar a medida que avanza el juicio. El propio Trump ha rechazado una solicitud de los gerentes de juicio político para testificar.
En el último juicio político de Trump, los demócratas defendieron enérgicamente a los testigos, pero no se les permitió llamarlos después de que el Senado controlado por el Partido Republicano votó en contra.
Esta vez, los demócratas sienten que no necesitan testigos porque pueden confiar en las imágenes gráficas de la insurrección que se transmitieron por televisión en vivo. También argumentan que los mismos senadores fueron testigos.
En caso de que los gerentes decidan que quieren llamar a testigos, el acuerdo bipartidista para el juicio les permite solicitar una votación. El Senado tendría que aprobar la citación de testigos para el juicio.
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Demócratas buscan impedir que Trump vuelva a ocupar el cargo
Los republicanos y los abogados de Trump argumentan que el juicio es innecesario, e incluso inconstitucional, porque Trump ya no es presidente y no puede ser destituido de su cargo. Los demócratas no están de acuerdo, señalando las opiniones de muchos juristas y el juicio político de un exsecretario de guerra, William Belknap, quien renunció en 1876 horas antes de ser acusado por un plan de sobornos.
Aunque finalmente Belknap fue absuelto, el Senado celebró un juicio completo. Y esta vez, la Cámara de Representantes acusó a Trump cuando aún era presidente, siete días antes de la toma de posesión de Joe Biden.
Si Trump es declarado culpable, el Senado realizará una segunda votación para prohibirle que vuelva a ocupar el cargo. Los demócratas creen que sería un castigo apropiado.
En respuesta a los esfuerzos del Partido Republicano para desestimar el juicio, los demócratas argumentan que no debería haber una “excepción de enero” para los presidentes que cometen delitos que pueden impugnar justo antes de dejar el cargo. Dicen que el juicio es necesario no solo para responsabilizar adecuadamente a Trump, sino también para que puedan lidiar con lo sucedido y seguir adelante.
“No se puede seguir adelante hasta que se haga justicia”, dijo la semana pasada la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. “Si no siguiéramos con esto, también podríamos eliminar cualquier sanción de la Constitución de juicio político”.
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Las diferencias entre este proceso y el primer juicio de Trump
El primer juicio de Trump se basó en pruebas descubiertas durante varios meses por la Cámara de Representantes sobre una llamada telefónica privada entre Trump y el presidente de Ucrania, así como reuniones a puerta cerrada que ocurrieron antes y después. Los demócratas llevaron a cabo una extensa investigación y luego compilaron un informe de sus hallazgos.
Por el contrario, el segundo juicio se basará casi en su totalidad en la experiencia de un motín que puso en riesgo a los propios legisladores en el edificio del Capitolio.
Los recuerdos del 6 de enero podrían facilitar que los gerentes de juicio político de la Cámara de Representantes expongan su caso, pero no significa que el resultado sea diferente. Trump fue absuelto en su primer juicio hace un año con solo un republicano, el senador de Utah, Mitt Romney, votando para condenar, y es posible que no haya muchos más votos de culpables esta vez.
En una votación el 26 de enero, solo cinco republicanos del Senado votaron en contra de un esfuerzo por desestimar el juicio, una indicación temprana de que es probable que Trump sea absuelto nuevamente.
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Defensa acusarán a los demócratas de tener el “síndrome de trastorno de Trump”
En un escrito presentado el lunes, los abogados del expresidente argumentaron que el juicio es inconstitucional, que Trump no hizo nada malo y que no incitó a la insurrección durante su discurso del 6 de enero a sus partidarios.
Los representantes que estarán a cargo del proceso dicen que Trump es “singularmente” responsable del ataque al Capitolio, pero la defensa de Trump dice que los alborotadores actuaron por su propia cuenta. Asimismo, sugiere que Trump simplemente estaba ejerciendo sus derechos de la Primera Enmienda cuando disputó falsamente los resultados de las elecciones y les dijo a sus partidarios que lucharan, un término que señalan que se usa a menudo en discursos políticos.
El escrito también critica a los gerentes de juicio político personalmente, acusando a los demócratas de tener el “síndrome de trastorno de Trump“, de ser “egoístas” y de tratar de condenar a Trump para obtener beneficios políticos.
No hubo un fraude generalizado en las elecciones, como Trump afirmó falsamente durante varios meses y dijo a sus partidarios justo antes de la insurrección. Los funcionarios electorales de todo el país, e incluso el exfiscal general William Barr, contradijeron sus afirmaciones y las cortes desestimaron decenas de impugnaciones legales a la elección presentadas por Trump y sus aliados.
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Trump podría enfrentar una votación de censura en caso de ser absuelto
Una segunda absolución por parte del Senado sería una victoria para Trump, y demostraría que el exmandatario conserva una influencia considerable sobre su partido, a pesar de sus esfuerzos por subvertir la democracia y la condena generalizada de sus colegas republicanos después del 6 de enero.
Aún así, la absolución puede no ser el fin de los intentos para responsabilizarlo. Los senadores Tim Kaine, demócrata por Virginia, y Susan Collins, republicana por Maine, presentaron una resolución de censura después de que la votación del mes pasado dejó en claro que es poco probable que Trump sea condenado.
Aún no han dicho si presionarán por una votación de censura después del juicio político, pero Kaine dijo la semana pasada que “la idea está sobre la mesa y puede convertirse en una idea útil en el futuro”.
