La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) presentó este martes cinco denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de la iglesia La Luz del Mundo por delitos fiscales y lavado de dinero.
La UIF detectó que tanto la iglesia como su líder, Naasón Joaquín -actualmente detenido en Estados Unidos por delitos sexuales-, omitieron reportar sus ingresos a las autoridades.
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La unidad, perteneciente a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), refirió que, ante tal omisión, la iglesia presuntamente generó “riquezas de manera ilegal”.
Detalló que La Luz del Mundo realizó pagos por montos “muy elevados” para adquirir bienes o servicios “de lujo” como tarjetas de crédito, vehículo blindados, entre otros.
Movimientos financieros de La Luz del Mundo no son acordes a su perfil como organización
La Luz del Mundo está constituida como una “organización sin fines de lucro”, con la denominación de actividades religiosas y sus adquisiciones “no son acordes al perfil y objeto de las organizaciones”.
La unidad, encabezada por Santiago Nieto, explicó que La Luz del Mundo y Naasón Joaquín realizaron actividades con fines eminentemente lucrativos, “como la compra de inmuebles y acciones y el cobro de intereses”.
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“Realizan transferencias financieras por altos montos, dirigidas a personas físicas y morales con las que no se identifica el tipo de relación”, detalló la UIF.
Todas estas actividades han sido omitidas ante la autoridad hacendaria, las cuales son gravables o deducibles para efecto del pago de impuestos.
Incluso, agregó la UIF, se detectaron movimientos financieros en países señalados como paraísos fiscales.
“Las organizaciones sin fines de lucro, con la denominación de actividades religiosas envían recursos financieros por cantidades significativas de dinero, mediante transferencias internacionales”, mencionó.
UIF detecta tipología del delito cometido por las organizaciones
La UIF informó que ha desarrollado una tipología del delito cometidas por organizaciones sin fines de lucro con la denominación de actividades religiosas.
Refirió que detectó diferentes señales de alerta como que ejecutan, a través del sistema financiero nacional, actos jurídicos con fines lucrativos.
Además, reciben recursos financieros por concepto de intereses de diversos instrumentos y omiten manifestar ante la autoridad hacendaria la obtención de recursos.
“Las organizaciones religiosas son vulnerables al uso indebido por parte de grupos de la delincuencia, incluyendo los terroristas, al estar sujetas a poca supervisión por parte de las autoridades”, detalló el organismo.
