AP.- El presidente, Donald Trump, calificó de “estúpidos” a los latinos y a los afroamericanos, entre otros comentarios racistas, según el nuevo libro de memorias de Michael Cohen, exabogado personal del mandatario republicano.
En aquella ocasión, Trump dijo que México mandaba a EU narcotraficantes, criminales y violadores y que por eso quería levantar un muro en la frontera con el país del sur.
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Los hijos de Trump querían que su padre se retirase de la campaña porque estaban preocupados porque esa retórica estaba “matando a la empresa”.
Sin embargo, el abogado personal del magnate aseguró que a Trump no le preocupaba eso porque sus negocios no se verían afectados, ni tampoco su campaña.
Cohen dice que a Trump no le preocupaba ningún daño a sus negocios. “Además, nunca obtendré el voto latino”, dijo Trump. “Como los negros, son demasiado estúpidos para votar por Trump. No son mi gente”.
En el libro “Disloyal: A Memoir” (Desleal: unas memorias), obtenido por el periódico The Washington Post antes de la fecha de publicación, prevista para el próximo martes, Trump suma nuevos ataques a la comunidad latina.
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Cohen, condenado por fraude, entre otros delitos, asegura que los tres hijos mayores de Trump fueron a su oficina después de que el empresario anunciara su intención de presentarse a la nominación republicana en el verano de 2015.
De todas las crisis que Cohen enfrentó trabajando para Trump, ninguna resultó tan irritante como la actriz porno Stormy Daniels y sus afirmaciones de una relación extramarital con el presidente, escribe Cohen en “Desleal: la verdadera historia del exabogado personal del presidente Donald Trump“.
Trump, a pesar de sus protestas posteriores, dio luz verde al pago de 130 mil dólares para silenciar a Daniels antes de las elecciones de 2016, con el razonamiento de que “tendría que pagar” a su esposa una suma mucho mayor si alguna vez se conocía el asunto, señala Cohen, y agrega que el presidente le reembolsó con “honorarios legales falsos ese dinero”.
“Nunca vale la pena arreglar estas cosas, pero muchos, muchos amigos me han aconsejado que pague”, dijo Trump, según Cohen. “Si sale, no estoy seguro de cómo funcionaría con mis seguidores. Pero apuesto a que pensarían que es genial que me acosté con una estrella porno”.
La Casa Blanca calificó las memorias de Cohen como “ficciones”.
“Admite fácilmente que miente habitualmente, pero espera que la gente le crea ahora para que pueda ganar dinero con la venta de libros”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Brian Morgenstern, en un comunicado. “Es lamentable que los medios de comunicación estén explotando a este hombre triste y desesperado para atacar al presidente Trump“. El libro está programado para publicarse el próximo martes.
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Las acusaciones de Cohen, las más detalladas hasta la fecha, son parte de un desprecio implacable y profundamente personal de Trump. Cohen ataca al presidente como un “maestro del crimen organizado” y “maestro manipulador”, pero admite que vio mucho de sí mismo en un hombre que alguna vez consideró una figura paterna.
Escribe que los tres hijos mayores de Trump llegaron a la oficina de Cohen después del anuncio de campaña de Trump en 2015, en el que su padre se refería a las personas que llegaban a Estados Unidos desde México como violadores y asesinos. Cohen dice que le pidieron que convenciera a su padre de que abandonara la carrera, argumentando que su retórica estaba “matando a la empresa”.
También arroja luz sobre la admiración de Trump por el presidente ruso Vladimir Putin, diciendo que lo admiraba más porque “tuvo las pelotas para apoderarse de una nación entera y dirigirla como si fuera su empresa personal”. Agregó que la campaña de Trump había sido “demasiado caótica e incompetente para conspirar realmente con el gobierno ruso”.
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Cohen ha liderado un bombardeo publicitario en torno a su libro incluso cuando cumple su sentencia federal en el confinamiento domiciliario.
Cohen fue puesto en confinamiento domiciliario en julio y el gobierno levantó la prohibición de hablar en público.
