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El presidente Andrés Manuel López Obrador resaltó este martes que ha mantenido “una relación institucional” con los gobernadores de los estados.
“He mantenido y seguiré manteniendo una relación institucional con las autoridades emanadas de otros partidos. Las y los gobernadores y presidentes municipales de cualquier signo político encuentran en el Ejecutivo federal respeto y trato equitativo”, dijo durante su mensaje por su segundo informe de gobierno.
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Sin embargo, en meses pasados ha tenido diferencias con varios gobernadores por diferencia de posturas frente a la pandemia y la inseguridad que se viven en los estados.
El pasado 29 de junio, el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, acusó que la Fiscalía General de la República (FGR) debió atraer el caso de los detenidos vinculados al Cártel de Santa Rosa de Lima, entre ellas la de María Eva ‘N’, madre de José Antonio Yépez, ‘El Marro’, y aseguró que la fiscalía estatal actuó de manera coadyuvante al operativo.
“Desde la mañanera se politiza la seguridad en Guanajuato”, acusó el gobernador y recordó que el Fiscal estatal fue ratificado por el Congreso local. “Estamos en una democracia y pedimos respeto a la autonomía de los poderes y el federalismo”, dijo en una serie de tuits desde su cuenta oficial.
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El 3 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que apoyaría para controlar los problemas de inseguridad que se viven en Guanajuato, tras el ataque a un centro de rehabilitación en Irapuato.
“Se están afectando intereses creados y hay algunos que se sienten afectados, pero estos es normal cuando hay una transformación, y está claro, no pactamos con la delincuencia, ni con la delincuencia organizada ni con la de cuello blanco; tampoco hacemos acuerdos en lo oscurito con el gobierno de Estados Unidos ni con sus agencias”, dijo.
Después del viaje de Andrés Manuel López Obrador a Estados Unidos para su reunión con el presidente Donald Trump, el 9 de julio el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” le reprochó que no dedique tiempo a los mandatarios que buscan apoyo de la federación para combatir al Covid-19.
“Hago un llamado a la federación, el presidente ya fue a los Estados Unidos, por qué no nos atiende a nosotros, por qué no nos escucha, ya escuchó a Trump. Necesita escucharnos a nosotros aquí, para ver si tiene la manera de ayudarnos o no”, dijo.
El 8 de junio, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, fue “injusto e irrespetuoso a la investidura presidencial” al acusar al gobierno federal de orquestar las protestas en su estado por la muerte de Giovanni López la semana anterior.
“No se pueden lanzar esas acusaciones a la ligera, echarle la culpa a otros de lo que está uno enfrentando, de los problemas que cotidianamente tiene uno que enfrentar como gobernante”, aseguró el mandatario en conferencia de prensa.
Un mes después, el 16 de julio durante la gira de trabajo del presidente por Jalisco, el gobernador del estado Enrique Alfaro, reconoció que ha tenido “diferencias” con el Ejecutivo federal.
“Defender a Jalisco no significa confrontarse con el gobierno de la República. Tener diferencias en la manera de ver algunos temas, no significa que seamos enemigos. Hablar con la verdad y de frente puede hacerse también con respeto al presidente de todos los mexicanos”, explicó.
En la reunión de la plenaria de Movimiento Ciudadano, celebrada el 27 de agosto, Alfaro aseguró que el gobierno federal ha mantenido un trato de “desdén” y “desprecio” contra los estados que se han acercado para obtener recursos adicionales para combatir la pandemia de Covid-19.
En la reunión de la Conago, el pasado 19 de agosto, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, advirtió que no permitiría que debilitaran “la legitimidad del estado de Tamaulipas para seguir enfrentando a los criminales” luego de que diera a conocer que el entonces subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, se reunió con el crimen organizado en la entidad, escoltado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Policía Federal.
“Ricardo Peralta estuvo en Tamaulipas y se reunió con los integrantes de una organización criminal denominada la ‘Columna Armada’, delincuentes que cuentan no sólo con orden de aprehensión por parte de la Fiscalía estatal, también por parte de la Fiscalía General de la República, (…) ahí no intervino el ejército, fue escoltado por la Policía Federal, el Ejecutivo tenía conocimiento que estaba tratando con asesinos del crimen organizado”, afirmó.
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