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AP.- Más de 50 expropietarios afroamericanos de franquicias de McDonald’s están demandando a la cadena de hamburguesas, alegando que la compañía los llevó a restaurantes menos rentables y no les brindó el mismo apoyo y oportunidades que les brindan los franquiciados blancos.
Los 52 demandantes, que poseían alrededor de 200 tiendas en Estados Unidos antes de verse obligados a venderlas durante la última década, buscan una compensación de 4 a 5 millones de dólares por tienda, según la demanda. Esta se presentó el martes en un tribunal federal de Chicago, donde tiene su sede McDonald’s.
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Según la demanda, McDonald’s dirigió a los franquiciados afroamericanos a las tiendas en los barrios del centro de la ciudad con menores volúmenes de ventas y mayores costos de seguridad y seguros. La compañía les proporcionaría información financiera engañosa o los empujaría a decidir rápidamente cuándo una tienda estaba disponible, dice la demanda.
Una vez que los franquiciados afroamericanos fueran dueños de una tienda, se les pediría que reconstruyeran o remodelaran en un período de tiempo más corto que los franquiciados blancos sin el alivio del alquiler y otro apoyo financiero brindado a los franquiciados blancos, dice la demanda. A los propietarios afroamericanos de franquicias también se les negó la oportunidad de comprar tiendas más rentables en mejores vecindarios, dice.
Como resultado, los demandantes promediaron ventas de 2 millones de dólares por año. En comparación, la tienda promedio de McDonald’s en Estados Unidos generó 2.7 millones de dólares anuales entre 2011 y 2016 y 2.9 millones en 2019, dice la demanda.
“Los ingresos están determinados por una sola cosa: la ubicación”, dijo James Ferraro, el abogado con sede en Miami que representa a los demandantes. “Es una Big Mac. Son iguales en todas partes”.
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Ferraro también señaló que el número de franquiciados afroamericanos de McDonald’s se ha reducido a la mitad en las últimas dos décadas. La cadena tenía 377 franquiciados afroamericanos en 1998; ahora tiene 186. Al mismo tiempo, el número de restaurantes franquiciados se ha más que duplicado a 36 mil.
McDonald’s Corp. negó la acusación y defendió su historia con los franquiciados afroamericanos.
“Estas acusaciones van en contra de todo lo que defendemos como organización y como socio de comunidades y propietarios de pequeñas empresas en todo el mundo”, dijo la compañía. “No solo negamos categóricamente las acusaciones de que estos franquiciados no pudieron tener éxito debido a cualquier forma de discriminación por parte de McDonald’s, estamos seguros de que los hechos mostrarán cuán comprometidos estamos con la diversidad y la igualdad de oportunidades del Sistema McDonald’s, incluso en nuestros franquiciados, proveedores y empleados”.
McDonald’s tiene una historia problemática con los franquiciados afroamericanos. En 1969, activistas boicotearon cuatro McDonald’s en Cleveland hasta que la compañía los vendió a propietarios afroamericanos. En 1983, un afroamericano propietario de una franquicia en Los Ángeles demandó a la empresa por discriminación; McDonald’s finalmente le pagó 4.5 millones de dólares.
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En 1996, el liderazgo de McDonald’s reconoció que los franquiciados afroamericanos no estaban logrando la paridad con sus contrapartes blancas y resolvieron hacer cambios. Don Thompson, el primer presidente y director ejecutivo afroamericano de la compañía, se desempeñó desde 2012 hasta 2015.
Pero continuaron las acusaciones de discriminación. En enero, dos ejecutivos afroamericanos de McDonald’s demandaron a la empresa. Afirmaron que McDonald’s alejó la publicidad de los clientes afroamericanos, calificó las tiendas propiedad de afroamericanos con más dureza que las blancas e implementó planes de negocios que tuvieron un impacto discriminatorio en los franquiciados afroamericanos.
En ese momento, McDonald’s dijo que no estaba de acuerdo con la caracterización de sus acciones. Señaló que el 45% de sus funcionarios corporativos y todos sus vicepresidentes de campo son afroamericanos.
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